Trabajando por cuenta propia.

Trabajo por cuenta propia, he leído mucho en los últimos días sobre esto. Cada nueva noticia, me sorprende, esto no es nuevo, llevamos años, trabajando por nuestra cuenta, inventando sin límites, creando.

Acaso, cuando un ama de casa, prepara un delicioso almuerzo, de algo que parecía imposible de comer, no ha trabajado por su cuenta? Recuerdo una vecina, costurera, que se las arreglaba, para vestir a sus hijas y a mis hermanas, inventando de cualquier pedacito de tela, algo moderno y digno para vestirlas, lo hacia, por su cuenta, sin ayuda de nadie. Así, aprendimos a trabajar por cuenta propia, a resolver el día a día, ajenos a ofertas y mercados, sin temor a despidos.

El cubano, ha aprendido a resolverlo todo, sabe que depende de él mismo y lo hace por su cuenta, por su disposición a no dejarse vencer. Pone a prueba su inventiva y creatividad en todo, nada lo detiene. Hicimos de La Habana, la ciudad del mundo que mas consume pizzas, creamos una nueva modalidad, la pizza cubana y así andamos las calles de la ciudad, saboreándola en cada esquina. Arreglamos televisores, VCR, lavadoras y hasta naves espaciales si nos dejan. No tendremos buenas herramientas ni materiales, pero nos sobra talento para el “invento”.

Trabajadores por cuenta propia, inventores naturales, solo que ahora, oficializados, dan rienda suelta a la imaginación. Se sientan en portales, en las esquinas, pensando que hacer para resolver el día a día. Cuando un cubano se decide a inventar, a crear, apunta a la Luna y aterriza en Saturno.

La Habana, se inunda de vendedores, hacemos de todo, desde churros, hasta chicharrones. Somos capaces de vender hasta cajas de muerto. Criamos puercos en bañaderas y después vendemos su carne por el barrio, a nuestra cuenta y riesgo. Improvisamos fábricas de puré de tomate y después salimos por el barrio, pregonando nuestra mercancía o disimulándola bajo un montón de ropa sucia. Si no vendemos algo, conocemos al que lo tiene, vamos, lo compramos y en el compra-venta, ganamos unos pesitos. Somos capaces de venderle un vestido para los quince a una señora de mas de sesenta y un estuche de maquillaje, a un estibador de los muelles.

Antes, caminábamos cuadras, kilómetros sin encontrar donde tomar agua. Ahora, que lo hacemos por nuestra cuenta, encontramos cientos de cafeterías improvisadas, donde tomarse un café o encontrar alguna bebida que refresque del calor y comer algo. Como lo hacemos? Ni los cubanos de allá, lo saben. Aprendimos a hacer milagros, sin saber como explicarlos. Tal vez Cachita, nos ayuda, cuando ve que la soga aprieta, afloja el nudo, no nos abandona.

Trabajar por nuestra cuenta, nos enseño, que todo, debemos hacerlo nosotros mismos, nada cae del cielo. Construir una nueva Cuba, el futuro que todos soñamos, depende sólo de nosotros. No necesitaremos licencias, pagaremos el impuesto en sacrificios, pero lo lograremos. Ese es nuestro trabajo por cuenta propia, aún pendiente.

4 thoughts on “Trabajando por cuenta propia.

  1. El talento creador así lo demuestra. Somos gente emprendedora y capaces de resurgir de la nada. Hasta somos capaces de construir con alambres y piedras cuando no tenemos herramientas. Solo el intelecto y la capacidad creativa nos ha ayudado a crecer en un mar de dificultades…

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  2. Cuantos recuerdos, gracias a muchos de estos trabajadores echamos a andar muchas cosas imposibles de arreglar por la via estatal, por eso aun usted se encuentra funcionado hasta un chevrolet del año 30, jejejejejejeje.
    Caballeros , somos unos Barbaros !!!!! y tu mi hermano un tipo genial. Gracias en nombre de tantos que nos salvaron incluso hasta la vida.

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  3. Que puedo decir si todo esta dicho, solo que somos la mata del invento…capaces de sobrevivir hasta en Alaska, creo que no queda un lugar en el mundo donde no exista un negocito cubano, a sido triste nuestra realidad pero pobre del que nos ponga limites esa palabra no le cabe al CUBANO.

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