Una historia triste.

Hay historias muy tristes, de esas que preferiríamos no tener que contarlas nunca. No producen alegría al compartirla, seria mejor que nunca hubieran sucedido. Les confieso, que hasta intente no escribirla, daba vueltas en mi cabeza, me bloqueaba otras ideas. Finalmente, hoy, trabajando, le envíe un mensaje a un amigo, pidiéndole detalles. Sin querer, empecé a escribir una historia triste.

Siempre que alguien dice adiós, que un amigo se nos va, sin tiempo para un abrazo de despedida, pensamos en cuanto nos quedo por decir. Cuanto tiempo por compartir perdimos. Si supiéramos que su tiempo se acababa, lo hubiéramos aprovechado más intensamente. Cada minuto con ese amigo, con esa persona, hubiera sido una fiesta, un regalo, sin embargo, sólo al no tenerlo a nuestro lado, recién comprendemos cuanta falta nos hace. El vacío que deja para siempre en todos los que le conocieron. Por eso, con los amigos, con los seres queridos, no podemos escatimar abrazos, ni te quieros, nunca sabemos cual será el último.

Hace días, leí en la página de uno de mis amigos, excompañero de trabajo, la noticia de la muerte de un amigo. Solo 23 anos y se fue sin avisar, sin despedirse, sin un nos vemos. Mi amigo y otros amigos mas, estaban, están, desconsolados. No se resignan a la partida, a la ausencia, a no volverlo a ver cada día. Cuando la realidad es muy dura, pensamos que es un mal sueño, que no es verdad, en este caso es real; el muchacho, ya no esta con nosotros.

Leí, los comentarios, en Facebook, de  mi amigo y de sus  amistades. El muchacho, trabajo un tiempo en el aeropuerto con nosotros, pero creo que no lo conocí. Lo conocí ahora, a través de las lágrimas de otros amigos y llore con ellos su partida. Sin conocerlo, llore junto a sus amigos y me conmoví con el dolor ajeno, lo hice mío. Cada vida que se pierde sin madurar, sin completar un ciclo de vida, es como una luz que intenta apagarse, una estrella que parece extinguirse.

Este joven, era cubano, uno de los tantos jóvenes cubanos que viven hoy en Miami. De esos jóvenes, para los que es normal, tener un auto, celular, de esos jóvenes que han vivido siempre con Internet y  estar conectados con el mundo, es algo normal, cotidiano. De esos jóvenes que solo conocen de escaseces y racionamiento por historias. Perdió la vida en un accidente de auto, tal vez mirando el celular o en un pestañazo fatal, regresando cansado,  temprano en la mañana. La noticia, estremeció a sus amigos, por lo que he leído y me han contado, supo ganarse el cariño de todos los que lo conocieron. El dolor, los dejo sin lágrimas, sin palabras, los paralizo.

Los amigos, nunca dicen adiós, no dan un abrazo de despedida, no piden permiso para irse. Si pidieran permiso, quedarían para siempre con nosotros, enredados en nuestros brazos, que no los dejarían partir. Repasando lo que leí sobre este muchacho, lo que me contaron, pienso, se, que no se fue del todo, lo mejor de él, queda para siempre en el recuerdo de sus amigos y familiares. Su luz, no se apago esa mañana terrible, una estrella, no se extinguió esa mañana. Su sonrisa, desde el cielo, alienta a amigos y desconocidos a continuar. La alegría y felicidad de todos los que han llorado su partida, harán que cada día, su sonrisa de luz, tenga mas fuerza. Convirtiendo las lagrimas en deseos de vivir, recordarlo alegre y sonriente, pueden cambiar una historia triste, que empezó con lagrimas, en un homenaje constante a su sonrisa.

5 thoughts on “Una historia triste.

  1. cuando se pierde un amigo asi . se encuentra una estrella nueva en el cielo…si no fuera asi el cielo no tendria estrellas y fuera solitario.. alla estan todos .. nuestros padres abuelos y amigos como el …..que seguro estoy estara regalandonos su luz mas intensa de recien nacido para ya que nos falta en la tierra al menos poder iluminar mas nuestro camino…

    Like

  2. El 27 de abril de 1995 se fué de este mundo físico uno de los seres que hizo hermosa mi juventud, mi adolescencia, Mariluna era un ser especial, realmente estaba prestada entre nosotros. Fue la amiga, la hermana, la confidente, se me fue de una manera absurda, y mi despedida de ella, fue a muchas millas de distancia de acá, atravesé el Atlántico y llegué a esa clínica donde los cables, los monitores y las agujas se multiplicaban, tuve sus manos entre las mías durante 30 efímeros minutos y pude despedirme entre silencios y entre mis lágrimas, que ahora revivo mientras te escribo esto. Estabamos ambos en nuestra primera mitad de los 20’s, ese evento, que fue mi primera gran pérdida marcò un antes y un después en mi. Por eso nunca dejo de decir “te amo”, “te quiero”, “te necesito”, por eso a veces soy tildado de “intenso”, de “rápido”, pero me da igual, si algo tengo claro es que no dejaré de expresarme, de proyectarme, de decir lo que siento, pues prefiero parecer ante los escépticos ojos de la gente, que dejar de ser yo ante mi mismo. Mariluna vive en mi, y se que junto a mi abuela es de esos ángeles que velan mis pasos, mis días…

    Like

  3. Cuando un amigo se va, nos deja un espacio vacio que no podra ser llenado ni con la llegada de otro amigo !!!!! , cuanta razon, en paz descance, conformidad para esos amigos que ahora en cada luz de cada estrella podran verlo. Cuidemos a nuestros amigos y digamosle cuanto los queremos todos los dias, por eso siempre a las 5:45 pm tengo unos minutos para el mio. Te adoro mi hermano.

    Like

  4. Wow Jose, te quedo espectacular aunque sea un tema triste y de mucho dolor. Ya estoy mucho mas tranquilo por Yiyo porq ahora lo veo como que vino por un corto tiempo para hacer a las personas sonreir y llenarnos de alegria. Y asi mismo hizo. Fue un muchacho que nunca lo vi disgustado ni bravo por nada.Que descanse en paz que nunca lo olvidaremos. Estara en nuestros corazones toda la vida hasta que nos volvamos a ver. R.I.P. Yisdel “Yiyo” Perez

    Like

Leave a reply to HIGINIO Cancel reply