El hombre desterrado.

Había una vez, un pueblo, aislado del mundo. Recibía muy pocas visitas de los habitantes de los pueblos cercanos. Los que vivían en él, tampoco visitaban a otros pueblos; rígidas leyes, establecidas por el Alcalde del pueblo, lo impedían. El Alcalde, dueño de toda la tierra del pueblo, de la única fabrica que existía y de la única estación de radio, gobernaba al pueblo con mano de hierro, su voluntad, era ley.

El pueblo, se empobrecía cada vez más. Algunos burlaban leyes y se decidían a buscar trabajo en pueblos cercanos, no podían regresar, pero al menos, ayudaban a sus familias.

Un día, un hombre del pueblo, quiso cambiar las cosas. Se enfrentó al Alcalde, quería seguir viviendo en su pueblo, pero que la situación mejorara, cambiar el estado del pueblo. Entre otras cosas, quería abrir otra emisora de radio y un pequeño taller, que diera empleo a unos cuantos. El Alcalde, se enfureció, lo expulsó del pueblo. El hombre de nuestra historia, se convirtió en un desterrado.

Pasaron los años, muchos. El hombre desterrado trabajo duro, muy duro, triunfo, pero seguía extrañando su pueblito y a su familia, en especial a su madre. Los ayudaba, siempre se las arreglaba para mandarles algo, saberlos bien, lo compensaba, en cierta forma, de lejanías y ausencias.

Después de insistir mucho, un día, el hombre desterrado, recibió permiso para visitar por tres días a su familia. Estaba feliz, inmensamente feliz. Compró regalos para toda la familia y para gran parte del pueblo. Reservo pasaje en el viejo camión que hacia el viaje a su pueblo. Muchos, le aconsejaron que no fuera; es una locura, le decían. Los silencio a todos, cuando mirándolos a los ojos les dijo; ustedes, tienen a toda su familia aquí, pero la mía esta allá, tengo que ir a verlos, abrazar a mi madre, aunque sea lo último que haga en la vida!

Llego el tan esperado día, subió sus dos maletas enormes al camión, se subió, se sentó sobre ellas. Con los ojos llenos de lágrimas y esperanzas, hizo el viaje de regreso a su pueblo.

El camión, se detuvo en el centro del pueblo. Cuando el hombre desterrado, se bajo del camión, se acercó un guardia. Con voz tajante y ruda, le pregunto; a que vienes? A ver a mi familia, a abrazar a mi vieja, respondió el desterrado, mirándolo a los ojos. Deja ver tus papeles, tienes permiso? Le pregunto, el desterrado, le mostró los papeles, firmados por el mismísimo Alcalde; esta bien respondió el guardia. Que traes en esas maletas? Regalos para mi familia y mis amigos. Ábrelas, dijo el guardia. El desterrado, abrió sus maletas, el guardia reviso todo. Saco algunas cosas, esto no lo puedes traer, ordenes del Alcalde. El hombre desterrado, se aguanto las ganas que tenia de partirle la cara al guardia prepotente. Ver a su familia, era su mayor objetivo, llevaba años esperándolo.

Llego a su casa, en el portal, envejecida, inclinada por los años, pero  feliz de volverlo a ver, estaba su madre, esperándolo, con los brazos abiertos. Se abrazaron por horas, todos vinieron a ver, con lágrimas en los ojos, el abrazo mas largo, en toda la historia del pueblo. El desterrado y su madre, se abrazaban y besaban entre lágrimas y caricias que llevaban años acumulando.

Los tres días, pasaron volaron, siempre sucede así, cuando somos felices. El hombre desterrado, disfruto ese tiempo con los suyos. Ese regreso a sus raíces, le servia para volver al pueblo donde vivía, renovado y feliz, seguro que su familia y amigos, no eran sólo, voces y recuerdos. La despedida, fue breve; un vuelvo pronto! Quedo flotando en el aire, mientras subía al camión.

A su regreso al pueblo donde vivía, sus nuevos amigos, lo esperaban, al bajarse del viejo y destartalado camión. Lo abrazaron, le dijeron; no volverás mas, nos enteramos como te trato el guardia! El hombre desterrado, sonrío, se enteraron también del abrazo de mi madre, de su sonrisa de felicidad? Volveré, siempre que pueda, mi madre, mi pueblo y yo, lo necesitamos!

15 thoughts on “El hombre desterrado.

  1. Otra vez respondiendo a las preguntas que se hace todo un país, cómo es que tienes esas respuestas tú solito?
    Es verdad que un abrazo vale humillaciones.
    Espero que el hombre desterrado disfrute también de los abrazos de su nuevo pueblo! Porque acá se le quiere también!

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  2. Q lindo y el final del cuento.
    Asi cada vez q el desterrado puede va a ver a su madre ,la abraza como quien quiere guardar el abrazo para siempre y vuelve con mas impetud para soportar la distancia y la soledad

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  3. me ha emocinado muchisimo el relato, es conmovedor, pq en el se reflejan los sentimientos de los que estamos tan lejos, que soñamos dia a dia con un abrazo de los suyos. muchas gracias y continua con esos relatos que son autenticos. saludos

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  4. Un abrazo nos devuelve la fe la esperanza, a quiens vivimos todo esto, es como un suero de vida! nada sustituye un verdadero abrazo de amor!

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  5. Cuando veo la foto y los brazos de
    ella que parecen
    que quisieran poder envolverte en ellos por completo, se lo que debes de sentir pues el abrazo de una madre con tanta intensidad y carino NO TIENE COMPARACION,asi siento yo los de mami y me los da gracias a Dios todos los dias,pero aun sigo anelando que un dia me aprieten fuerte a mi tambien los brazos de tu mama, mi QUERIDA CONCHA,MI SEGUNDA MADRE!!….,te quiero Jose.

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  6. Wow eres increíble. No conozco a muchas personas como tú pero creo que pocos logran hacer lo que haces tu con una pluma. Nunca dejes de hacerlo y gracias por compartirlo con nosotros

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