¡Apagones!

Anoche un inesperado apagón, sorprendió a un grupo de vecinos en Miami entre ellos a mí. Llegue del trabajo, con la idea fija de conectar el nuevo MODEM para la Internet que recién ese día había recibido. Llegue, vi las casas a oscuras, pregunte a un vecino desconsolado; qué paso? Una rotura, ¡No hay luz desde las 5 de la tarde! ¡Tremendo apagón!

Nosotros nos acostumbramos a decir siempre; se fue la luz, aunque sean las 12 del día. Si falla la electricidad, no importa el sol radiante, se fue la luz o hay apagón, a la hora que sea. Para los cubanos la electricidad, es como sinónimo de luz, su ausencia, es un apagón. Los apagones y nosotros somos viejos conocidos. Nunca llegamos a ser amigos, pero terminamos acostumbrándonos a ellos, a tolerarlos. Hasta se convirtieron en algo racionado o esperado; hoy toca apagón, era una frase que obligaba a prepararse, para el previsto y nunca bienvenido apagón.

Anoche, en mi primer e inesperado apagón Miamense, unos cuantos vecinos, nos reunimos en el portal, todos cubanos, claro, se me olvido decirles que vivo en Hialeah, el barrio, mas cubano, de todo Miami! Todo el mundo sabe que si hay dos cubanos juntos, lo primero que decimos es; ¡Que calor! Y eso que estamos en julio, deja que llegue agosto. Que dirán mis amigos que viven en Suecia, Dinamarca o  Canada? Que frío!! Hace años no se veía un frío como este! Después que hablamos del calor, lo segundo, es hablar mal del gobierno, es una costumbre nuestra, todos somos especialistas en política y cuando nos reunimos, criticamos a cuantos gobiernos se nos pongan delante! No hay presidente, alcalde, ni político, que se salve de ser criticado si cae en lenguas de cubanos.

Después de hablar del clima y criticar gobiernos, nosotros, los cubanos, tenemos que tomar algo. Anoche, mientras conversábamos a la luz de la luna, unos tomamos refrescos, otros vodka con jugo de naranja, otros cerveza. Mientras hablamos, tenemos que darnos un traguito de algo, es como ayudando a salir las palabras, remojándolas, para que fluyan sin trabas, vaya  lubricarnos las cuerdas vocales y la lengua.

En este inesperado apagón Miamense, evocamos apagones anteriores, de aquellos que podían durar 4, 5 y hasta 8 horas. Yo, que viví los años 90s en su totalidad en Cuba, recordé aquellos terribles apagones. En esa época, los apagones, eran lo único que no escaseaba. Desaparecían gatos, barrigas, libras de mas, casi hasta la esperanza, pero los apagones, ahí, puntuales y multiplicados, casi omnipresentes. Mi familia, se reunía en el portal o en la terraza, hasta que el sueño nos vencía. Recordábamos infancias, adolescencias, historias. Cada apagón, nos traía historias y recuerdos diferentes. Cuando la ciudad se oscurecía del todo y el silencio se hacia denso, casi corpóreo, reunirnos en familia, recordar los buenos momentos, revivir sonrisas y carcajadas, nos ayudaba a vencer la oscuridad. Era nuestra manera, de no darnos por vencidos, de no dejarnos oscurecer el alma y la alegría.

Este grupo de vecinos reunidos, en un portal, en Miami, termino, que raro! Hablando de Cuba. Hasta de la Crisis de octubre conversamos, de aquellos terribles 13 días en que el mundo casi canta el manisero y nosotros, en la primera fila, dando las primeras notas de despedida, sin tener siquiera, un triste cucurucho en la mano.

Los cubanos, los mismos que vivíamos allá y dormíamos con las ventanas abiertas, para que la brisa nos refrescara. Los que nos bañábamos con un cubo de agua y un jarrito. Los que nos íbamos para el trabajo, con la barriga vacía, con solo un buchito de café claro entre pecho y espalda, ahora no podemos quedarnos dormidos sin el aire acondicionado. Bañarnos con el agua fría! Ni soñarlo. Aunque en el fondo seguimos siendo los mismos, las comodidades, nos han malcriado un poco, si ya se, que uno, se acostumbra fácil a lo bueno.

Anoche, este grupo de cubanos reunidos en un portal, en Miami, casi llama a las Naciones unidas y pide la protección del Comité para refugiados. Casi, casi, que demandamos a la FPL, por daños sicológicos. Cuando a la Una de la madrugada, se hizo la luz! Todos respiramos tranquilos y felices. Yo, regrese a mi casa, dispuesto a acostarme, mire de reojo el MODEM nuevo, para la Internet, tentador y provocativo, mirándome desde la mesa, fui al baño, volví a mirarlo, lo tome en mis manos y les juro que hasta que no termine su instalación, no pude dormir, feliz y relajado, olvidándome del apagón, pero, como siempre, con el alma y la mente, plenas de recuerdos y esperanzas. Mientras me dormía, pensaba, los apagones, buen tema para un escrito.

21 thoughts on “¡Apagones!

  1. Si a mí también me pasó lo mismo en Bruselas, la primera vez que estuve aquí… y yo no paraba de reírme y mi mujer pensó que yo estaba loco!!!
    Gracias por hacerme sonreir de nuevo con tu estilo infalible!!!

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  2. excelente relato, los apagones diria yo son parte de la cultura latinoamericana, casi todos los paise del sur tienen que ver con apagones. Muchos recuerdos vienen ahora a mi mente. Gracias

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  3. Jose,muy bueno tu escrito,nunca sufri de apagones mientras vivi alla,pero si me han tocado en algunas visitas y tambien hemos tocado todos los temas que mencionas,claro menos la politica,lol.un abrazo.

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  4. Jajaja, buen relato, aca, tuvimos uno hace anos, asi mismo un verano, y mi hermana estaba atacada, y ahi comence yo con mi historia, de mis apagones vividos, cuando demoraban mas de lo previsto que habia que ponerle sal a lo”que habia el en refri” o ponerse a “salvar: a la hora que fuera , la comida, en fin,……..aca que no hay con quien hacer estas anecdotas en grupos, pero no dejan de de llegar a nuestra memoria. ~

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  5. Anda mi amigo q pensastes librarte de ellos y hasta aqui te persiguen. Miralo de la parte positiva intercambiastes ideas y conociendote a lo mejor tengas un nuevo titulo para tu escrito.

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  6. No creo que dejemos pasar un solo dia sin mirar los pronosticos del clima para hoy, como tu bien lo dices… en Escandinavia quejandonos de este mal verano…
    Los apagones tambien los recuerdo con nostalgia… en los 90´s una decada de sequia nos sometió a años de apagones, nunca nos acostumbramos a bañarnos con agua fria, ni a subir los ocho pisos por falta del ascensor…. ni que decir de las historias contadas bajo la luz de la vela, sentados en el tejado mirando la luna, esperando el amanecer y a que las luces de los semaforos volvieran a encenderse….

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  7. Hola habanero hace mucho que sigo tù blog y la verdad que , me encantan tus escritos, con el amor que lo haces y la virtud de contar nuestra realidad en manera tan comica! Hoy mismo en mi trabajo en el centro de Roma tuvimos un apagòn por màs de dos horas,! cuantos recuerdos,! pero sobre todo ver los italianos tan asustados,! me hizo reir!! adelante con la escritura se te estima desde
    esta parte del mundo!!

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