Leo noticias, me llaman amigos, me dicen que La Habana, esta a oscuras, que una rotura o algo desconocido ha dejado a la ciudad y parte del occidente sin electricidad. Hay quienes dicen que miles de personas corrieron al Malecón. A refugiarse en su brisa y olvidar a su influjo, calores y penumbras.
Hace unos minutos, antes de leer las noticias, hablé con mi madre. No se si mi voz la hizo olvidar penumbras o iluminó su noche; no mencionó nada de apagones, ni oscuridades. Cuando mi hermana le gritó; mami, es Joseito! No escuche decirle, ten cuidado o mira bien que no hay luz, nadie corrió a sujetarla. Si realmente La ciudad estaba a oscuras, el milagro del amor, iluminó mi casa, allá en Playa y nadie se entero que la ciudad a oscuras, corría al muro de todos, encendía velas, faroles y abría ventanas.
Nosotros, acostumbrados a apagones, ausencias y escaseces, ya nada nos asusta. Aprendimos siempre a mirar el lado bueno de las cosas. Inventar la alegría, cuando abunda la tristeza. A inventarnos luces e luminar noches, cuando la ciudad oscurecía y nadie se asombraba, ni lo comentaba por las redes sociales. Recuerdo el verano del 93 o el 94 con aquellos apagones de 8 horas, que ya no sabíamos si teníamos apagón o alumbrón, si la luz se iba o venia.
No se si es cierto que mi ciudad, la Capital de todos los cubanos, esta sin electricidad; luz, siempre tendrá! Decidió iluminarse, para siempre, con el amor y el recuerdo de sus hijos. A ella, como a mi madre, le basta una sonrisa, una llamada mía, nuestra, para iluminar noches y olvidar penas.
No, La Habana, no esta a oscuras, tal vez falte la electricidad, no puedan funcionar ventiladores, ni encenderse bombillos. Mi ciudad no esta sin luz, no lo estará nunca, enciende estrellas y recuerdos, se inventa alegrías para alumbrar noches. Levanta olas y brisas que la refrescan, que le hacen olvidar angustias y dolores.
Para oscurecer La Habana, no bastan roturas, ni cataclismos, desde todos los lugares del mundo, mi ciudad, extendida en la geografía y el amor, sigue iluminada, lanza fuegos artificiales, arco iris de medianoche, dibuja sonrisas. Si al influjo de mi voz y mis te quieros, se ilumino mi casa y mi madre no necesito faroles, ni brazos que la ayudaran a llegar al teléfono, así mi ciudad, nuestra ciudad, se ríe de apagones y dificultades, se abanica con una palmera, se tiende al Malecón y sonríe, con la certeza y la felicidad que da, la confianza en el mañana!
Bello <3…Cada uno de tus escritos tienen la magia de tocar a todo el que los lea. No me canso de leerte, gracias por tus historias, gracias por tu amor por nuestra isla, por tu cubania. Saludos y bendiciones! Es cierto, puede que falte electricidad, pero nunca le faltara la luz a mi Habana. Te amo mi Cuba
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Ese amor, la iluminara por siempre!
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Gracias a ti, por leerme, seguir mi blog y por tus palabras.
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Me iluminaron tus palabras!!! Me encanto !!!
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Gracias, sigamos iluminados!
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…Pero hasta en la hora más oscura habrá destellos de
pequeñas velas que traerán esperanzas al agobiado…el sufrimiento ha de pasar y la
luz del sol brillará una vez más…Gracias por compartir tus palabras!
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Gracias a ti, por leerme y por tu amistad.
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Gracias La Habana por tu luz de estrellas en la oscuridad…….
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De vdad q lo q nosotros pasamos no lo pasa nadie x eso nos crecemos ante las dificultades aunque estemos lejos la supervivencia la llevamos en la sangre jajaja
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Asi somos, capaces de luchar, sin perder la sonrisa.
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