Una fiesta del arte y la cubania.

Tener un cuento a medio terminar, un poco o un mucho, me ha impedido materializar otras ideas. Hacer de escribir un oficio, cambia, para siempre el modo de ver el mundo; sucede algo, alguien hace un comentario y ya pienso en escribir sobre eso.

Anoche, en el teatro, mientras disfrutaba del concierto homenaje a las hermanas Diego, pensaba en escribir algo. No guarde frases ni apuntes, como hago en otras ocasiones; la intensidad de la noche, no lo permitía. No quería perderme un solo detalle de lo que ocurría en escena.

Sabía que Rosita, cerraría el espectáculo con una canción especialmente compuesta para ella por las Diego. Esa fue la razón principal de mi asistencia. Mi admiración por Rosa, me hizo pagar casi cien dólares por una entrada al teatro. Créanme, no me hubiera perdonado perderme ese concierto, valía mucho más que lo que pague por la entrada.

Disfrutar de nuestras cantantes, verlas reunidas todas, fue una fiesta de cubania, un festejo del buen arte. Una sola Cuba, se reunia en escena anticipando uniones por venir. Annia, Mirtha, compartían escenario y números con Beatriz, Vania y Osdalgia. El arte lograba, lo que la política e intereses no pueden; demostrar que a pesar de años, exilios y consignas, hay una sola Cuba, que solo uniéndose, estrechando sus manos en un solo puño, podrá hacer sueños realidades.

Nuestras cantantes desbordaron el escenario, derroche de talento y arte fue la constante de la noche. Un concierto que se extendió en el tiempo y que ninguno de los presentes queríamos que terminara.

Por suerte, un amigo me recogió en su auto y fuimos juntos. Si hubiera ido solo, me hubiera perdido sin rumbo en las calles de Miami, intentando buscar 23, Línea, la avenida 19. Nuestras artistas, su arte y entrega, me hicieron, una vez mas, confundir lugares y tiempo. El Miami Dade County Auditorium, fue el Mella, el Lorca, nosotros, los de siempre, los mismos soñadores que no se darán nunca por vencidos, tejiendo sueños, inventándose ciudades.

No todo fue perfecto, pero no fui el director y respeto su criterio al escoger los artistas. Unas manchitas no bastan para opacar la luz, el éxito incuestionable de una noche que marco pautas, que hizo historia. Una noche que se agradece, desde el centro de la cubania y los recuerdos.

La presencia de Rosita, iluminando la noche y el corazón de los muchos que la amamos y admiramos dio el toque perfecto al espectáculo. Cargando con dignidad y belleza sus casi 90 años,  su larga carrera, los aplausos de tres generaciones de cubanos, estrenando canciones, paseando un escenario que, una vez mas, se hacia pequeño para su arte. Rosa, obligo al público a aplaudirla de pie y darle una de las más grandes ovaciones en la historia del teatro. Conozco personalmente a Rosita, se de su sencillez y modestia, de su asombro de niña ante muestras de cariño y admiración. La  imagino hoy, recostada en el sofá de su casa en Miami, respondiendo felicitaciones, sonriendo y bajando los ojos en gesto de humildad; pero si no hice nada, ¡solo una canción!

El telón cayó, aplaudimos de pie, regresé a casa con ese sabor a disfrute y esperanza que solo el arte, la cubania y los recuerdos pueden darnos. Sentí el deseo de escribir, de compartir la noche con los que me leen y siguen. Me acosté a dormir y al levantarme no tengo otra opción que sentarme y compartir con ustedes esto, mis recuerdos de una noche especial e inolvidable. Una noche, donde ser cubano, fue una vez mas, orgullo y disfrute.

16 thoughts on “Una fiesta del arte y la cubania.

  1. HE LEIDO ESTE ESCRITO SINCERAMENTE EMOCIONADA Y LEYENDOLO NO PUDE CONTROLAR LA EMOCION Y LAS LAGRIMAS PUES ME LLEGO DIRECTAMENTE AL ALMA !!!!!!!!!!!!!LAS DIEGO

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  2. Solo de corazones, como el tuyo salen letras que nos ponen a vibrar cada una de las fibras de nuestra cubania interna. Fue un espectaculo maravilloso el que damos gracias a Fabio tambien. Gracias por el abrazo, la sonrisa y tu mano. Bello comentario me llenaste el domingo.

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