Ivette, entre canciones y amigos.

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Se va haciendo habitual que la voz de Ivette me dé la bienvenida al llegar a mi ciudad, como si ella, le pidiera; dile todo lo que quiero y no puedo. Al final, Ivette es ¡La voz de La Habana!

Al rato de llegar a mi casa, mi hermana me dice que tenemos reservación para ver a Ivette en el bar del Telégrafo. No tendré que volver a usar mi “título” de bloguero para lograr una mesa y conformarme con verla de lejos. En esta ocasión, somos de los primeros en entrar al bar del Telégrafo. Escojo una mesa cerca del escenario, no quiero perderme un detalle del concierto. Los músicos toman sus puestos. Ivette ilumina el escenario, como si el malecón le prestara sus farolas nuevas, para estallar en luces en el escenario.

Su voz le basta, para hacer magia, para seducirnos y encantarnos en un viaje musical que promete deslumbres, aplausos y emociones. Recrea, “Y tal vez” de Formel y en el decir de los versos; “te tendría, aquí a mi lado y sería feliz”, siento, adivino un sentimiento diferente. Un extra que en grabaciones escuchadas no note, una emoción especial que da un nuevo matiz a la canción, que la convierte casi en un estreno. Canta “Te doy una canción” y cumple su promesa, repitiendo incansable su regalo y su dar, toda la noche. Las canciones, en su voz, son regalos interminables que estallan como arcoíris en la noche habanera. El amanecer se adelanta en su voz y el sol sale a su influjo.

No falta Martha Valdés, que aunque ausente físicamente, su voz la trae entre nosotros. Así, poco a poco, entre canciones, buena música y amigos que la disfrutan, va terminando su concierto. Cierra con “Hoy mi Habana” y se me antoja, escuchándola, ser el señor con el clavel en la solapa que mi ciudad espera. Ivette, podría cantar para mí, toda la semana, sería el fondo musical perfecto para andar La Habana, con mi madre del brazo, redescubriendo la ciudad a cada paso, en cada esquina habanera.

La saludo al terminar su concierto, le digo, ¿me recuerdas? Claro mi habanero, responde sonriendo. Conversamos, le reprocho entre risas que me falto su concierto en marzo como regalo de cumpleaños.
-Lo tendrás en septiembre, lo prometo, me dice en un abrazo.
Antes de hacernos las fotos, conversamos sobre su concierto en Miami, en septiembre. Imagino lo que pasara en el teatro en Miami, cuando cantes “País”, será una apoteosis de emociones, le digo.
– ¿Tú crees?
– ¡Lo sé!
Le respondo con la certeza que da saber que los cubanos de ambas orillas, no olvidamos raíces, ni recuerdos. Seguimos amando a nuestro país, con esa fuerza especial que nos da su ausencia física y su presencia aquí en el pecho y la memoria. Por un instante, la imagino cantado la canción entre luces blancas, azules y rojas, desgranando la letra; “pero ya sabes País, País mío, mi raíz es el sueño de los que aquí están, de los que han partido, ya sabes País que no logro vivir sin tus luces, desde el vuelo que me dicen que soy de aquí, ¡¡De este suelo!!” y el público de pie, aplaudiendo con el alma y los recuerdos, mientras el teatro estalla en cubania, en ese ser cubano que se disfruta con orgullo y sentimientos.

Antes de despedirnos, le digo que cada mañana escucho sus canciones, su voz me ayuda a comenzar el día. Cada vez que amanezca, recordare que un habanero me escucha, me susurra al oído en un hasta pronto, que se me antoja; un, ¡Nos vemos en septiembre, en la otra orilla!
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7 thoughts on “Ivette, entre canciones y amigos.

  1. Habanero, ante todo gracias por enviarme tu cronica, no puedo decirte cuanto te envidio pues esa palabra no cruje en mi diccionario de valores, aunque no sabes lo q hubiese dado por estar ese viernes alli en la Gruta-Bar del Hotel Telegrafo, q es como yo la he bautizado pues me recuerda ese espacio a otro q tuvo la Habana en uno de sus innumerables clubs q se llamaba asi La Gruta, cuando la Habana era la Ciudad q no dormia.   Escribes q alli recordabas a la compositora cubana Martha Valdes en las canciones q interpretaba de ella Ivette, q las hace de ella tambien, sin embargo yo si tuve el placer en Julio/2013 de verla sentada alli disfrutando de su homenaje por los 80 años junto a sus amigos, a Ivette y a todos los presentes q se los celebrabamos, fue un viernes magico primero caminando por la ciudad de noche nuevamente como tantas veces lo hicimos mi mujer y yo en el pasado y despues disfrutando de la voz de la Dama de la cancion cubana, nuestra Ivette Cepeda   Imagino lo fascinado q estarias al unir tantas emociones a la emocion q mas nos embarga a todos, q no es otra q el caminar con nuestra mama del brazo y a la vez apretandola para evitar q nos suelte como nos hacia cuando eramos pequeños para cuidarnos de los peligros y de este mayor q ahora seria el tener q vernos partir nuevamente y alejarnos de ella al menos por un breve tiempo, aunque sabemos q ellas son todo comprension y jamas nos exigen nada, solo q regresemos q alli nos estara esperando siempre q Dios lo permita.   Una vez mas gracias y es un placer conocer q un Habanero, no un Habanero cualquiera haya regresado a su raiz, a disfrutar de los placeres y de las cuitas q siempre nos ha regalado la maravillosa y unica CIudad de la Habana de noche, un abrazo de Armando     

    El Domingo, 1 de junio, 2014 8:32 A.M., habanero2000 escribió:

    WordPress.com HABANERO2000 posted: ” Se va haciendo habitual que la voz de Ivette me dé la bienvenida al llegar a mi ciudad, como si ella, le pidiera; dile todo lo que quiero y no puedo. Al final, Ivette es ¡La voz de La Habana! Al rato de llegar a mi casa, mi hermana me dice que ten”

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