Le dije una tarde que me iba, que entre amigos y ganas, mi partida era cierta, cercana, inminente. No enjugo lágrimas, no me pidió quedarme junto a ella.
Cuentame de nuevo,como será todo, repitio varias veces. Yo te preparo la maleta mi hijo, solo yo podría.
Mamá paso días doblando memorias, perfumando instantes, acariciando infancias.
No falta nada mi hijo,ya tengo listo todo. Para el frío de Europa puse mi mejor abrazo, con el bastará para abrigar tu cuerpo. Se que en las noches sentirás nostalgias, echaras de menos tierras, personas y palabras, al lado del abrazo hay un cartucho enorme con besos de colores, ellos harán el milagro de sostenerte lejos, te aliviarán las penas, endulzarán tus noches. Tambien puse una bolsita de regaños suaves, cuando las fuerzas fallan un buen regaño ayuda.
Mamá no olvido un detalle, hasta musas y amigos acomodó entre vidas.
Créeme no fue fácil hacerte la maleta, decía, en un susurro. Sonriendo me dijo, hay una bolsa enorme, repleta de te quieros, pequeños, grandes, enormes. Cuando tengas problemas, cuando choques con muros, un par de ellos bastan para ir adelante, para no detenerte, úsalos sin miedo.
Hay un paquete inmenso con palabras de aliento, de amor y de consuelo, hay un ¡Te espero! enorme que asegura regresos, que te traerá de vuelta.
Me llevó hasta el cuarto, me mostró la maleta.
-¿Mamá y ese bultico rojo en el centro de todo?
-Mi corazón, mi niño. Solo así podrás irte, llevándolo contigo. Traemelo de vuelta, cada vez que regreses
-Mamá sin corazón no puedes, morirás cuando parta.
– Es mi magia de irme contigo y dejarte conmigo para siempre. Es un conjuro difícil, que sólo una madre sabe, compartir corazones, cuidarte en la distancia.
Con mi maleta al pecho he andado en el exilio, apurando te quieros, besos y palabras. Cuando hay luna y hay frío, cuando hay penas y angustias, rebusco en mi maleta. Sonrisas escondidas, olores de mamá. Manos que acarician me levantan al cielo, me salvan de las penas, me lanzan al futuro, sostienen mi existencia. Mamá no olvido nada.
Como siempre,amigo,perfecto y de todos,porque de esas maletas somos muchos las que hemos cargado.
Gracias a esos detalles que teaemos a la espalda,sobrevivimos,nos empinamos y llegamos,un abrazo,sabes tw quiero.
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Asi es, maletas necesarias. Besos.
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Exceleente escrito. Maggie Carles
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Gracias. Besos.
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Hermoso😔….
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GGracias
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Le has sacado lágrimas al viejo que soy yo. Mi mamá no pudo prepararme la maleta, Dios no le dio la oportunidad, pero igual me la llevé conmigo.
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Siempre están con nosotros, un abrazo.
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Las madres son como los amaneceres: UNICOS
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Cierto, únicas!
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Esa maleta que no es maleta es el amuleto que nos forjan ellas con sus penas lagrimas ocultas en medio de la madrugada cuando nadie las ve .esa maleta .que ante las circunstancias se convierte en nuestro escudo contra todos los dolores y pruebas a que nos somete este mundo nuestro esa maleta es nuestro mayor tesoro
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Tienes razón; un amuleto-escudo que nos protege y alienta!
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