Intentó decirme adios. Ensayó las más tristes palabras , mientras poco a poco se hacía niebla y suspiro ante mi.
Tomé sus manos le miré a los ojos, desnudé almas y vidas.
Le hablé de recuerdos, de esos buenos e intensos que sostienen la vida, que son ancla y muralla. Le abracé con fuerza, le susurre al oído un; no te vas, tú te quedas.
Insistió en despedidas. Un, no estaré más estremeció el planeta, desgarró nubes, desarmó arcoiris.
Le besé con recuerdos, con caricias de antaño. Compartimos alientos, suspiros y la vida. Me abrí el pecho, tomé en mis manos mi corazón palpitante. Si te vas, te lo llevas, sin ti se moriría. Me haces trampas, me dijo, me devolvió la vida; me quedaré mi hijo, tú siempre terminas ganando las batallas.
Fotografía tomada de Google o de la página de algún amigo en Facebook, disculpen mi mala memoria.
Habanero, tus escritos a este amor de madre me hacen llorar. Recuerdo la mia que se me fue y no pude estar alli. Pienso mucho en mi hijo que un dia también yo lo haré sufrir y me duele. Yo tampoco acepto ese adios.
LikeLike
Es un adiós para el que nunca estamos preparados.
LikeLike
Reblogged this on AB Magazine.
LikeLike
Bellisimo!
LikeLike
Gracias
LikeLike
Merecidos ,me gustan mucho tus historias !
LikeLike