Asistir a conciertos de nuestras cantantes siempre es motivo de júbilo y nostalgias. Disfrutamos de su arte, recordamos sus conciertos en los teatros de La Habana; nos traen en su voz y presencia, rincones y recuerdos al sur de las memorias. Tienen la magia de transformar lugares y locales, de hacernos olvidar años y distancias.
Para Lourdita no hay escenario, ni lugar pequeño; se entrega con la misma fuerza y empeño en un gran teatro que en un lugar perdido en la geografía de Miami. Para ella, sangre de artista, su público merece siempre lo mejor y a él se debe y entrega.
Anoche, en Pekaditos, nos regaló canciones, intentos y fuerzas, convirtió la noche en fiesta del arte cubano; nos deslumbró. Celebró cumpleaños de amigos y dedicó tiempo y palabras a todos los presentes.
Canciones muy bien escogidas, enlazadas con gracia y picardia. No faltaron chistes, bromas y cubania. Más que un concierto, fue un diálogo musical entre amigos, un compartir memorias, nostalgias y sentimientos.
Anuncia su próximo concierto con Mirtha Medina y sus seguidores alistan aplausos y asistencia. Estrena números, su versión de No, de Manzanero da un nuevo aire a la canción. Queda en todos las ganas de seguir disfrutandola, de hacer eterna la noche, fiesta especial de amigos y recuerdos.
Lourdita ha sabido ganarse un público fiel, a fuerza de talento y empeño, tiene un lugar en el mapa cultural de la ciudad. Canta en plena libertad, a su entender y a su manera. Nos regala unas canciones extras y se despide, dejándonos con las ganas del próximo encuentro, seguros que volveremos a encontrarnos y disfrutarla. Gracias por tu presencia y tu no darte por vencida.