Una pregunta pequeña y una respuesta enorme. No pretendo tener la respuesta exacta, es imposible. Cuba es más que palabras y definiciones. Como dijo la escritora cubana Uva de Aragón, podría escribirse un libro tratando de responder y aún así no bastaría.
Cuba es usted, es él, soy yo, somos nosotros, dondequiera que estemos. Son ellos, los que decidieron quedarse y nosotros los que un día nos fuimos. Puede ser una palmera, una montaña o una bandera al viento, pero Cuba es más que palmas, montañas o banderas al viento. Es nuestra infancia, nuestra adolescencia, es la vejez y la vida, es también la muerte. Es un himno y un nudo en la garganta, es un grito y una lagrima, es pasado y también es futuro.
Cuba no es un gobierno, no es una ideología. Es un pueblo, una historia, es tradición y amor, es tierra y viento, fuego y lucha. Es un vuelvo pronto en el aire y un te llamo el domingo en el éter.
La patria, no es un recuerdo que puede borrarse. Cuba existe más allá de desmemorias voluntarias y negaciones absurdas. Más fuerte que insultos y repudios, más alta que las palmas que la adornan.
Cuba es sangre derramada, es sudor y esfuerzo, es orgullo infinito. Es crisol de razas y religiones, es lágrimas y risas, desespero y esperanza, ganas y sueños.
Cuba es tierra y mar, es vida y muerte. Es un arado, una balsa, es pasado y futuro. Verguenza del que vive de ella y altar de quien la honra
Cuba es madres esperando, es golpes y empujes. Es un ansia de unión y unas ganas inmensas de hacer juntos esa “patria con todos y para el bien de todos”.
Es alegría y tristeza, es un tocororo, un colibrí, una mariposa. Un sueño que entre todos, poco a poco, conformamos, pintándolo de azul, blanco y rojo.
No será nunca olvido, amargura, resentimiento, es convocatoria. Vergüenza del que la olvida y orgullo del que lucha, vive por ella y la sueña. Dolor en el pecho y sonrisa en los labios. Orgullo de gritar; ¡soy cubano, carajo!
Cuba es la certeza que una patria no se salva olvidándola o negándola. No es una definición, no puede buscarse en diccionarios, habita en nosotros, segura de su eternidad y su triunfo. Es un grito inmenso de sus hijos, ¡Viva cuba libre! Y un mar de brazos, en la tierra y en las olas, levantándose en el intento.
Fotografia de la obra de Feliz Gonzales Sanchez, “Esperando el 8 de septiembre”