¡Abril!

Por muchas razones, difíciles de enumerar, amo especialmente al mes de abril. Nací a fines de marzo, Abril, fue mi primer mes de vida, casi podría decir que nací para recibirlo y disfrutarlo. Abril, guarda mis primeras lágrimas y sonrisas.

Un mes de Abril, perdido en el tiempo y los recuerdos, amé por vez primera; mi primer y gran amor. Por paradojas de la vida, un año después, Abril, fue el último mes que pasamos juntos. Años después, muchos, nos reencontramos en un septiembre, nada fue igual. Necesitaba la magia de abril haciendo de las suyas.

Pase años, muchos, intentando emigrar, sólo intentos, un ancla imposible de ver, me mantenía en el mismo lugar, viviendo otras vidas, intentando otros oficios y amores. Tal vez esperando un abril que rompiera el conjuro y desatara mis alas. Salí de Cuba, rumbo a Europa y lo desconocido, un 1ro de abril. Mi primer mes de exiliado, de vivir en otras tierras, fue Abril. Montones de sueños y proyectos, de alegrías y lagrimas, de llamadas a Cuba, con nudos en la garganta, matizaron y marcaron, para siempre, ese mes de Abril, tan especial.

Siempre  que llega Abril, espero su regalo, no se su medida, ni su color, se que algo me traerá. Una aventura, un amor, un viaje, una flor, un sueño. Este año, como muchos anteriores, Abril, me trae los preparativos de mi viaje a La Habana, por el día de las Madres. Abril, se adelanta, se viste de flores, para prepararme el camino a los brazos de mi madre. Abril, hace latir más aprisa mi corazón y mis sueños.

Anoche, sin planearlo, al influjo de la magia de mi mes favorito, nos reunimos de nuevo, después de meses sin compartir juntos, un grupo de amigos. Entre ellos, dos amigos especiales, de esos que ni queremos, ni podremos sacar nunca de nuestras vidas. Esperamos juntos el mes de Abril. Justo a las 12 de la noche, mientras saboreábamos helados, burlándonos de dietas y calorías, mire el reloj; ya son las 12! Exclamé sorprendido, juntos, dimos la bienvenida a Abril, reímos, como hacia tiempo no lo hacíamos. Nos burlamos de nosotros mismos, nos reímos de los años, del futuro, de lo humano y lo divino.

Abril, nos volvió a reunir, para recibirlo entre carcajadas, felices y seguros que viviremos muchos abriles y nuevos sueños. No olvidare nunca que he sido feliz, especialmente en Abril.

Tribulaciones de cubanos en Miami!

Emigrar, salir de  Cuba, como fuera y para donde fuera, fue un superobjetivo para los que estamos ahora de este lado. Damos gracias a Dios, a Cachita y a todos los santos, por haberlo logrado. Una vez asentados y acostumbrándonos a una nueva vida, aparecen nuevas preocupaciones, tribulaciones.

A veces, las personas que viven en Cuba, nos imaginan en un auto descapotable, viajando por Miami Beach, con una botella de champagne en la mano. Desconocen factorías, jornadas de trabajo de 16 horas, cuentas por pagar que agobian. Ignoran  las maromas que hacemos para poder sacar un extra para ayudarlos.

Hoy me contó un amigo, que su esposa llamo a la Oficina de intereses tratando de adelantar la entrevista de su mama, invitada por ellos para que venga de visita. La persona que la atendió, muy gentilmente, la sorprendió; le dieron cita para este año en noviembre. Aparentemente, esta noticia provocaría alegría infinita, casi una fiesta familiar, pero no es así. El asunto, es más complejo.

Mi amigo y su esposa, viajan este año a Cuba con su hija, se imaginan el gasto que esto conlleva, sobretodo, teniendo una familia numerosa en La Habana. Mi amigo, entre risas y casi lagrimas, me cuenta de una lista que tiene su esposa, con el dinero que dará a cada uno de los integrantes de la familia, a veces nos creemos una nueva versión de Los Reyes magos o Santa, pero aquí no terminan las tribulaciones de mi amigo. El papá de mi amigo, tiene entrevista en la oficina de intereses para junio. Mi amigo lo quiere traer después de octubre, en septiembre termina de pagar el child support (pensión económica) de su hija mayor, y cuenta con ese dinero extra para traer a su papá y darle algunos gustos. Agreguemos a esto que hace solo 15 días sacaron un carro y que a los 5 días ya le habían dado un golpe por detrás. Creo que mi amigo, tendrá que incluir a Guanabacoa, en su próxima visita a La Habana. Vía directa del aeropuerto a Guanabacoa.

Mi amigo, se ríe, hasta me duele la cabeza, me dice. Su economía planificada centavo a centavo, se ve amenazada, por ese adelanto de la visita de la suegra. Su esposa, después de pasar el primer susto, quiere llamar para atrasarla. La suegra, tendrá que esperar al menos un año, necesitan un respiro antes que la señora venga.

Recuerdo en una ocasión, planificando mi viaje a La Habana, fui con un amigo a Costco, compre un montón de cosas para llevar, pensando pagarlas con la tarjeta de crédito. Cuando llegue a la caja la tarjeta de credito no pasaba, la cajera me aclaro; solo cash. Créanme por un minuto pensé devolverlo todo, el cash (dinero en efectivo), era para pagar las cuentas y llevar a Cuba. Como dicen en Miami, primero muerto que sencillo,  mire al techo de la tienda y en un suspiro desgarrador, pensé ¡Dios, proveerá! Y pase mi tarjeta de banco. Al final, pude hacer mi viaje y pagar mis cuentas, sin males mayores, pero pase un buen susto.

Tengo otro amigo, que recientemente viajo a La Habana, a celebrarle el cumpleaños a su mama, pidió 3 días de permiso en el trabajo. Ayer me decía, Jose, ¡que bajito me vendrá el cheque el viernes! No se como podré terminar el mes. Así, transcurren nuestras vidas, somos felices al final y mejores especialistas en economía y presupuestos que graduados universitarios en la especialidad, somos la candela, unos barbaros.

En estos tiempos de crisis, muchos enfrentan disminución de horas laborales y salarios, otros han perdido el empleo. Algunos, hemos visto desaparecer el salvador overtime (horas extras), pero tanto allá, como acá, seguimos enfrentando dificultades con sonrisas, no nos dejamos vencer. No dejamos de ser cubanos, hacemos chistes de nuestros problemas y angustias y cuando alguien piensa que vamos a llorar, soltamos la carcajada.

Mi amigo de la historia, me contaba el rollo del viaje de la suegra riéndose, sabe que todo se resolverá felizmente. Al final, terminamos haciendo magia, miramos al sur, decimos un; ¡Cachita, ayúdame! El milagro ocurre, seguimos felices y agradecidos de estar del lado de  acá, entre tribulaciones y angustias, somos felices, vivimos una nueva vida, nos adaptamos poco  a poco, seguros que depende de nosotros, ¡Un mañana mejor!

Fotografia tomada de Google.