Madre mía que estas en todas partes.

Estas en cada esquina de la vida, floreces en la brisa, en el rayo de sol que me acaricia. Eres el arcoiris, despues de la tormenta.

Estas en todas partes y eres todas las partes.

Reviso tus recuerdos, que es revisar mi vida y vuelves a acunarme, me cierras mis heridas. Me dibujas sonrisas.

Vuelves a darme a probar de tus potajes, saboreo y respondo, delicioso, sonries en el recuerdo. Sabes que estas en todas partes, en el almuerzo diario, en el primer café del día, en mi almohada, en cada ola del mar, en cada gota de lluvia.

Se te extraña y mucho, pero te sé cercana, pendiente de detalles. Me visto y me parece escucharte orgullosa, piropeando mi estampa.

Me parece que dices; por qué tienes esa cara, por mi no te preocupes, yo estoy bien hijo mío . Revivo aquella tarde que me enfrenté a la muerte, ella vino a buscarte, pero chocó conmigo. Yo te tomé en mis brazos y la reté a vencerme; no pudo con mi amor y tus ganas de estar.

Sabes, no sé como tuve fuerzas 18 años despues, para decirte; puedes irte tranquila, no te preocupes por mi, voy a estar bien mamá. Unos dias despues te hiciste luz.

No sé en que desconocida dimensión te encuentras, desconozco como te las ingenias para velar por mi. Sabes, te siento cercana cada día y a veces hasta tu risa escucho y te siento arroparme.

No le cuento a nadie de esto, dirían; el pobre, tanto dolor, delira, enloquece. Ellos no saben el misterio que hay entre tú y yo; no pueden entenderlo. No te invento, estás y te dejo deshacer nudos y disipar penas; esa fue siempre tu mision, tu magia.

No te preocupes por mis lágrimas, ellas saben a ti. Ya no tienen la desesperacion del primer día, ya no duelen tanto. Ya no se me va la vida en cada una, porque sé que mi vida, sigue estando en tus brazos.

Tantas veces que reimos juntos, me encantaba hacerte reir. Ahora, cada vez que sonrio, en cada carcajada, me parece que alientas. Sé que eres tú haciendome reír.

Me encanta mirarte en fotos, revivir momentos, vuelvo a escuchar tu risa. Tu voz, tan necesaria, me acaricia y me alienta.

Tengo videos y fotos, te tengo aqui en mi pecho y te uso a diario, cuando la pena ahoga. Tú, siempre hábil y exacta, sabes hacerme fuerte; eres el milagro del amor, eres tú.

Madre mía que estas en todas partes, que estarás siempre, gracias por tenerte.

No hay razón ni causa, para mirarme y decir; el pobre, está tan destrozado. Tuve y tengo la dicha de que estes en todas partes y desde todas las partes me alientes a vivir. ¡Gracias mamá!