¡La Lupe!

la Lupe, Marvin Jui-Perez

Una noche de verano, en un  apartamento de Centro Habana, un grupo de amigos, tomábamos tragos, conversábamos y escuchábamos música. Alguien, llevo un disco compacto mixto con varios cantantes. De pronto, una voz mágica se escucho, pedí silencio; ¿quien es esa mujer que esta cantando? Pregunte asombrado y admirado, nadie la conocía, tuvimos que buscar en la cubierta del disco;¡ La Lupe, Puro teatro! Desde ese día, comencé a investigar sobre su vida, a buscar sus canciones. Su voz hacia el milagro de romper censuras, hacerla añicos, dinamitar ostracismos y prohibiciones.

Supe de su origen, la Yiyiyi, triunfo con una voz y una fuerza interpretativa que obligaba a rendirse a su embrujo. Cantaba al final de su tiempo en Cuba en un Club de La Habana, último refugio de su arte. En tiempos de absurdo, su estilo explosivo y temperamental, no encajaba en la televisión, ni en teatros. Terminó emigrando, en otras tierras se afinco su arte. Una vez leí que estaba llamada a ser la reina de la salsa, su vida desordenada, entre drogas y escándalos se lo impidieron.

La Lupe, es de esas voces sin tiempo, tal vez dentro de 50 años, alguien vuelva a escucharla en Buenavista o en la Habana Vieja y  sucumba ante el encanto de esa voz única. Quizás un día, un sobrino nieto mío, interrumpa alguna conversación al escucharla y pregunte, ¿Quien es esa mujer que canta?

Cuando viajé a España, converse con mis amigos madrileños sobre ella, sus discos se vendían y se agotaban en el mercado. Su arte la sobrevivía, vencía la muerte, censuras y olvidos. Murió pobre, se conservan sus últimas canciones religiosas, producto de su conversión al evangelismo. Dicen que fue capaz de dar un nuevo sentido a las canciones religiosas, aún en estos temas, no pudo despojarse de su peculiar forma de decir y hacer las canciones.

Genialidad, voz única, sentimiento, algo especial vive en sus canciones, algo que la hace eterna e incomparable. He escuchado grabaciones de cantantes que no conocí y alcanzaron altos reconocimientos y fama, glorias de Cuba, como dicen muchos. Escucho sus discos, comento, son buenas, pero sus voces no se apoderan de mi corazón, no me transportan a un teatro o cabaret habanero, donde me mezclo con fantasmas y aplaudo entre ellos. La Lupe, es única, inigualable, de su mano, recorro centros nocturnos de La Habana, me trasmite su frenesí, su energía en escena, su divino arrebato, el éxtasis de su locura.

Leí de su desenvolvimiento en escena, de cómo arrojaba las joyas al público, se quitaba la ropa o golpeaba con el zapato al pianista. En un video que descubrí navegando por Internet, la pude ver en algunas de estas acciones. Cuanto hubiera disfrutado verla en escena, aunque fuera una sola vez. Prohibiciones, censuras y absurdos, le impidieron continuar su carrera en Cuba, adicciones y escándalos, acortaron una carrera que pudo ser larga y aún mas brillante. Su voz y estilo, terminaron venciendo censuras y adicciones, siguen vigentes, cruzan fronteras y vencen el tiempo; se eternizan. Leí que una vez dijo; le gusto a la gente porque hago lo que ellos quisieran hacer y no se atreven. La Lupe gustó, gusta y gustara siempre, porque dueña de una voz y  estilo únicos, fue, es y será siempre, un fenómeno irrepetible, un arrebato artístico sui generis, transmitió a sus canciones, su divina locura, su arte con mayúsculas.

Su voz, que recorrió y recorre el mundo, vuelve una y otra vez a La Habana. Hace muecas a reglas y censuras, se burla de todo y de todos, arranca un enorme aplauso colectivo y en supremo gesto de entrega, arroja a su publico su ultima joya; ¡Su corazón en su voz!

 

Fotografia tomada de Google.

Una tarde de sombras y arco iris!

Hoy, me invitaron a ver una película mejicana, tenía mis reservas. Falto poco para que después de almorzar sugiriera ir al Mall o al cine. Las buenas maneras prevalecieron, por suerte, vi  una película excelente; “La otra familia”, de tema gay, refleja con rigor y respecto, un mundo que no todos se atreven a abordar.

En un momento de la trama, no se asusten, no voy a contárselas, el niño que esta viviendo con una pareja de hombres y tiene ciertas dudas, les hace preguntas. ¿Por que se besan? Uno de ellos, les responde; porque nos amamos, en el sexo, pasa como con la comida y otras cosas de la vida, a unos le gusta algo y a otros no. El niño los mira sonriente, el personaje termina su explicación; eso nos no hace mejores, ni peores, solo diferentes!

Me contaron que la película estuvo solo dos semanas en exhibición en Méjico, terminaron retirándola del mercado. Se las recomiendo. Se que van a disfrutarla mucho, dinamita tabúes e incomprensiones.

Disfrute mucho la película, pero créanme, no fue lo mejor de la tarde. Tampoco lo mejor fue  el delicioso almuerzo que preparo otro amigo. Después de ver la película, conversamos sobre diferentes temas, cine, cantantes, conciertos, flores arrojadas al suelo en la cara de admiradores atónitos, de éxitos y fracasos, de la vida. Lo mejor de la tarde, fue una historia sobre su vida  que me contó un nuevo amigo.

Salio de Cuba en los 90s, vino a vivir con su padre, un desconocido. Mi amigo, con menos de 20 años, dejaba atrás su madre, amigos y  sueños, dispuesto a empezar una nueva vida en un país extraño al lado de su padre biológico.

A solo unos días de su llegada, su padre descubrió que era gay, lo espero al regreso del trabajo, sus palabras fueron tajantes; no quiero un hijo maricon, recoge y vete inmediatamente de esta casa.

Afuera, nevaba intensamente, mi amigo, recogió lo poco que tenia y fue a sentarse en una cafetería cercana. Conocía  a la camarera, siempre le daba alguna Doughnut extra, estas muy flaquito, tienes que comer, le decía. Lo vio tan triste que le pregunto. Le contó su historia, vamos para mi casa, le dijo. Vivió con ella hasta que logro su independencia económica. En la actualidad los unen fuertes lazos, de esos que ni la distancia ni el tiempo pueden romper.

Pasaron los años, el padre de mi amigo enfermo, lo llamo, quería pedirle perdón. Conversaron, mi amigo, tiene un gran corazón, un corazón en el que caben todos los buenos sentimientos, hasta el perdón a lo imperdonable. Perdono a su padre, lo visita, su padre le pegunta si tiene pareja, cuando la tengas, puedes traerlo a verme, me gustaría conocerlo, le dice. Un día, conversando, le dijo; sabes no sabia que se podía ser gay y ser a la vez todo un hombre, un maravilloso ser humano, pensé que serias un monstruo y fui yo, quien termino siendo monstruoso.

Soy de los que lloran fáciles con las películas, pero las lagrimas más fuertes de la tarde, me las arranco la historia de mi amigo. Estuve unos minutos sin hablar, no podía y no quería que descubrieran la causa, ya se habían burlado bastante de mi cuando mirábamos la película. A veces, nos creemos dueños de las historias mas terribles y llega alguien con cara de ángel y nos cuenta una historia, que no podremos olvidar jamás.

Quise compartir con ustedes el recuerdo de una tarde especial, entre amigos e historias, lágrimas y risas. Una tarde, como la vida, con todos los colores del arco iris y con sombras también.

Frases cubanas o cubanisimas!

Saben, hoy estoy suave fresco y bajito e’ sal, por eso decidí recordar algunas de las frases que nosotros, los cubanos, acostumbramos a usar, sin ni siquiera imaginar su origen. No son frases idiomáticas, en todo caso serian frases cubanísimas. Podríamos escribir párrafos enteros con ellas y los no cubanos, se quedarían  botaos o como pescao en tarima. Es que nosotros, somos la candela, lo máximo. A veces, se nos va la mano, nos tiramos con la guagua andando, mas de uno se ha matado el mismo, como Chacumbele, somos tan exagerados!

Nadie puede negar que somos sinceros espontáneos, jamás seremos como la gatica de María Ramos, al pan, pan y al vino, vino. A veces, hablamos como Cachucha, no podemos evitarlo. Nos gusta la rumba y la fiesta, pero a la hora de los mameyes, ahí estamos, encima de la bola, dispuestos para lo que sea, dándole siempre la pata a la lata.

La cubana, es elegante por naturaleza, presumida, algunas se pasan a veces y entonces, cuando llegan a algún lugar, alguien les suelta; esta se cree que es Rosita Fornes! Hay cubanas voluptuosas con mas curvas que la carretera central, cuando alguien las mira lujuriosamente o les suelta un piropo atrevido, con la mano en la cadera responden; hay, pero no te  toca. Hay otras, menos agraciadas, caminan que parecen que van diciendo; si me pides el pescao, te lo doy.

También tenemos días malos, que parecen el fin del mundo, el acabose, pero los enfrentamos con una sonrisa, no nos quedaremos nunca en la página numero dos, vamos hasta el final. Somos unos bárbaros. Por muy difícil que esta la situación, jamás perdemos la tabla y si algún come bola anda por la nubes, comiendo de lo que pica el pollo le soltamos; ponte pa’ tu numero!

Los cubanos somos desprendidos, compartimos lo que tenemos, si alguien se resiste a aceptar algo que le ofrecemos un, yo soy como Pilar, tengo mas en mi casa, obliga a aceptarlo sin mas excusas. Somos resultado de tremenda mezcla, aquí el que no tiene de congo, tiene de carabalí.

Hay situaciones difíciles, problemas que se juntan y entonces no queda mas remedio que tener que ir a Guanabacoa, nadie quiere quedarse como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando. Somos tercos, no desistimos jamás de un empeño, le damos candela al jarro, hasta que suelte el fondo. No importa que hora sea, la del cañonazo o la que mataron a Lola, cualquier hora es buena para darle un homenaje a cualquiera.

Los cubanos, somos así, si ven otro igual, empújenlo que es de cartón. Nos adaptamos a cualquier circunstancia, a falta de pan, casabe. Tratamos siempre que el relajo sea con orden, aunque a veces, se nos va la mano y todo termina como la fiesta del guatao.

A veces alguien se desaparece, voló como Matías Pérez, lo explica todo. Tengo un amigo que se la comió, me sugirió este tema para un escrito mío, si algo salio mal, la culpa la tiene el Toti, mi amigo y yo, somos inocentes.

Voy echando, antes que esto se ponga color de hormiga y empiecen a criticarme.

Hay una frase que no utilice con toda intención, no pienso que exprese el espíritu solidario y de hermandad que debe reinar entre cubanos; este es tu maletín y si pesa mucho, ponle rueditas. El maletín es de todos, si no halamos parejo, no podremos levantarlo jamás!

Luciernagas y serpientes.

Hace años, leí la fabula de la luciérnaga y la serpiente. La serpiente perseguía encarnizadamente a la luciérnaga, día y noche, hasta que esta agotada, exhausta, le dice; ¿Por qué me persigues? No estoy en tu cadena alimentaria, no te hago daño, no veo el por qué de este ensañamiento comigo. La serpiente, la miro, con todo el odio del mundo en sus ojos y le respondió; porque no soporto verte brillar!

Así andamos por el mundo, entre serpientes y luciérnagas. Soy de los que piensan que la envidia, es uno de los sentimientos negativos que mas daño hace a quien lo alberga, lo destruye lentamente, le impide disfrutar lo bueno que la vida le dio.

Yo, como muchos, prefiero ser luciérnaga que serpiente, solo que, la vida me enseño a no huir ante el acoso de serpientes. Las enfrento y las aplasto, las decapito con una sonrisa o las enveneno con una fina y dulce ironía que las hace retorcerse de dolor y rabia.

Soy de los que se alegran por el triunfo de cualquier ser humano, cualquier pequeña alegría de alguien cercano, se multiplica en mi. Si alguien brilla y se destaca, aplaudo con todas mis fuerzas. Ayudo a todo el que pueda, a brillar en todo su esplendor, la luz ajena, no me lastima, me reconforta, estimula y alegra. Ayudar a multiplicar la luz de alguien, me mejora como ser humano.

Lamentablemente en Cuba, en La Habana, acá en Miami, donde quiera, existen personas que la luz ajena, les molesta, les irrita. Son capaces de criticarte por no darte por vencido. Viven entre complejos, frustraciones y amarguras. A todos, alguna que otra vez, nos ha perseguido alguna serpientita envidiosa y mal intencionada. Desgraciadamente abundan, hijas de la frustración y la envidia en unión incestuosa. Amargadas y venenosas, se les escapa la vida entre complejos  e inseguridades.

Una vez leí que el mejor signo de haber nacido bajo buena estrella, era haber nacido sin envidia. Estos seres que les molesta la luz ajena, son capaces de criticarlo todo, nada venenoso les es ajeno. Cualquier cosa que haga otra persona, cualquier luz ajena, les irrita los ojos y el alma. Todos, de una forma u otra, los hemos sufrido alguna vez, por suerte, muchos somos ya inmunes a su veneno, sus dientes, se rompen al intentar mordernos. En ocasiones, se mueven en círculos cercanos a nosotros y vuelven al ataque una y otra vez. Con el tiempo uno aprende que el número de ataques es directamente proporcional a la luz, a los éxitos.

Si alguien te dice mal intencionadamente; ya se te están viendo los años, puedes estar seguro, que ese día luces mejor que nunca, si te dicen en una mueca; esa ropa es demasiado juvenil para ti, úsala mas seguido, de todas, es una de las que más resalta tu figura y elegancia. Los amigos, los que de verdad nos aprecian y quieren, para criticarnos, buscan el momento oportuno y lo dicen con tacto, a ellos, no les molesta cuando brillamos, nos aplauden y estimulan.

Al final, siento una profunda pena por esas serpientes que se molestan y sufren cuando alguien brilla. Su propio veneno, se vuelve contra ellas, les impide disfrutar la vida. Nunca me he preocupado por ellas, bastaría un gesto para destruirlas, escucharlas, me hace recordar que aún brillo.

Hoy, una señora de 80 años o más, en el momento de subir al avión, se acerco al mostrador, pidió ayuda, veía muy mal y tenia miedo ir sola. Le ofrecí mi brazo, la acompañe hasta el asiento, me pidio un beso y me beso en la mejilla, me bendijo; que Dios, te proteja, que nadie te haga daño. ¡Como temer a serpientes, con mi madre pidiendo por mí desde La Habana y ángeles bendiciéndome a diario! Si, realmente prefiero ser luciérnaga, en tiempo de oscuridades, aportar un rayito de luz, proporciona una satisfacción interior extraordinaria.

84!

No, el número no indica los post en mi blog, tampoco las visitas a uno de mis escritos. Es el número de años que cumple la persona más importante de mi vida. Allá en La Habana, en una horas, soplara la vela de su cake, ella y yo, sabemos cual será su deseo.

Ya le prometí viajar a La Habana a celebrarle los 85, el año próximo. Siempre ríe cuando le hablo de la fiesta que haremos cuando cumpla 100 y del cartel inmenso que pondremos en la fachada de la casa; ¡Mamá, cumple 100! Cada nuevo año que cumple, lo celebramos con la alegría que se recibe un regalo especial.

En  mi ultima visita a La Habana, comentamos uno de mis escritos sobre ella; ser querida, como tu me quieres, es tener la gloria en vida, me dijo entre sonrisas y suspiros. Olvida que no tuve otra opción que quererla así. Cuando me rompí en pedazos, fue la única capaz de volverlos a juntar y pegarlos  con amor y paciencia.

En unos instantes hablaremos por teléfono, nuestra conversación, como siempre, terminara con una competencia sobre quien quiere más al otro. Siempre termino ganando cuando cito las palabras finales de Pepito en uno de sus cuentos; Madre, hay una sola y esa, es la mía!

Recuerdo hace más de 12 años, cuando me dijo; no quiero irme sabiendo que te dejo de este lado, Su voluntad, hizo el milagro de mi viaje, después de años de espera. Ahora, cada vez que la visito, me dice; quiero saberte con una buena pareja a tu lado, alguien que te haga feliz. Le explico una y otra vez que soy feliz, para serlo, no necesito a alguien a mi lado, tengo montones de buenas personas junto a mí. Ella sabe, que nunca tendré alguien junto a mi  para mitigar soledades o que me ayude en la difícil y postergada tarea de envejecer, solo el amor, podría hacer el milagro. A veces, es difícil enamorarse, sobretodo, cuando se es exigente y se renuncia a hacer concesiones, ella, lo sabe y pide que llegue a mi ese amor, que me haga sentir en el aire y multiplique felicidades, quiere sumar un hijo mas a su lista.

Alguien, me pregunto ayer; y eso que no fuiste a celebrarle el cumpleaños? Quien le dijo que no estaré junto a ella hoy, que no sostendré su mano  en el instante de soplar la vela, que no la sentare en mis piernas y le diré una y mil veces cuanto la quiero. El amor, hace milagros, alguien lo duda?

¡Un Papa en La Habana!

Vivía aún en Cuba cuando la visita de Juan Pablo II, fui parte de ese pueblo que al margen de religiones y creencias, se aglutino en torno a la figura del Papa. Viví esos días de emociones nuevas. Aún guardo, entre mis recuerdos mas preciados, el folleto que repartieron con la programación de la misa en la Plaza de la Revolución. Solo los que vivíamos en Cuba en ese momento, sabemos lo que significo la visita de Juan Pablo II. Su presencia, cambio por unos días la vida en nuestra islita.

Antes de la visita de Juan Pablo, algunas personas vinculadas al gobierno, pensaban que la misa del papa, en la Plaza, seria solo ante un pequeño grupo de  personas. La magnitud de su impacto en el pueblo y la conmoción que origino su visita, escapaba aún a los mas expertos. La estancia de Juan Pablo fue, entre otras cosas, una fiesta de la libertad.

No soy católico, realmente no practico ninguna religión. Dios y yo, nos entendemos muy bien sin necesidad de intermediarios, ni ceremonias. Nunca pensé asistir a la misa de un Papa, ni llorar de emoción frente al televisor al escuchar las palabras del Arzobispo primado de Santiago de Cuba. Recuerdo que mi hermana mayor y yo nos miramos con lágrimas en los ojos mientras lo escuchábamos. Las palabras de monseñor Pedro Meurice Estiú, se grabaron en la memoria y en el corazón de muchos, aún resuenan en las calles de Santiago, en el diario quehacer de nuestro pueblo.

Junto a dos amigos, asistí a la misa en la Plaza de la Revolución,  nadie tuvo que citarnos, ni pasar lista. Nosotros, como muchos, no queríamos perdernos la oportunidad de ser parte activa de la historia. Los aires de libertad, soplaron con fuerza esa mañana en la Plaza, muchos apenas podíamos creerlo. Mis amigos y yo, tomados de la mano, con los brazos en alto, gritamos junto al pueblo presente. La plaza cambiaba de color, el rojo cedìa pazo al verde de la esperanza. Por un instante nos miramos y pedimos un deseo, con toda la fuerza humana posible; en mayo del 2000, nos reuníamos de nuevo los tres, en Miami. Visitamos la Ermita de la Caridad del Cobre, dimos gracias, recordamos aquella histórica mañana de enero.

Siempre sostengo, con certeza absoluta, que Dios, esta en todas partes, no hay que estar en iglesias, templos, arrodillarse ante imágenes o hacer trabajos especiales para atraer su atención. Por alguna razón desconocida o solo por necesaria decisión, los días de la visita de Juan Pablo II a Cuba, la presencia de Dios, se sintió con más fuerza en nuestra islita. Una luz especial envolvió nuestro país, se borraron nombres y consignas. En el alma y en el corazón de todos, Dios y el Papa, hacían el milagro de unos días inolvidables, mágicos. El pueblo se aglomeraba en las calles al paso de Juan Pablo, recuerdo que una tarde, de visita en un edificio de Centro Habana, alguien gritó desde un balcón; ¡ahí viene el Papa! En solo unos segundos, los balcones se llenaron de personas, todos querían llevarse, en la retina, el recuerdo del paso por la Habana de un Papa especial.

El mes próximo, otro Papa, visitara a Cuba, volverá al Cobre, oficiará misa en la Gran Plaza de La Habana, pero como dice la canción; no es igual, todos sabemos que no será igual. Nadie esperara milagros, nos faltaran en El Cobre las palabras de monseñor Pedro Meurice Estiú y en el alma, la magia de un Papa diferente.

Esta vez, no asistiré a la misa el 28 de marzo en la Plaza de la Revolución, aunque pudiera, no iría. Estaré en Miami, entre amigos, celebrando mi cumpleaños y recordando aquella otra misa, donde un Papa, más cercano a nosotros, hizo el milagro de hacernos sentir libres, aunque solo fuera por unas horas.

El dia del amor!

Día de la amistad, del amor, de San Valentín, sin dudas el 14 de febrero es una fecha, de la que no se escapa nadie, todos de una forma u otra felicitamos a alguien y recibimos felicitaciones, regalos y sorpresas. Siempre pensé que el día de los enamorados, era un invento, un arreglo entre comerciantes para vender mas, les garantizaba que todos, absolutamente todos, compraran algo en ese día. Con el tiempo, descubrí que estaba equivocado y su origen se perdía allá por el imperio romano. Tener esta información, le dio un tono especial a este día, realmente se rendía tributo al amor, no era un invento de comerciantes, para aumentar ventas y reventar cajas contadoras. San Valentín, en el tiempo, hacia el milagro de regalarnos un día especial para el amor.

Buscando información sobre este día, también leí que coincide con la época de apareamiento de los pájaros en los países nórdicos; recién me entero, siempre pensé que los pájaros, aprovechaban cualquier instante para aparearse.

Hace unos minutos, regrese de hacer algunas compras en Walgreens, tuve que esperar por un sitio para parquear,  adentro, decenas de personas. Compradores de  ultima hora, hacían largas filas para pagar. Me complació y alegro la noche ver comprando a señoras de mas de 70 y a niños de menos de 10 años, realmente, el amor, no tiene edad. Un  niñito de 7 u 8 años, sostenía en sus manos una caja de bombones, la mama, le trajo una rosa de chocolate, sus ojos brillaron, la mama, le dijo; una rosa, siempre viene bien.

El amor, siempre esta de fiesta, no exige regalos caros, basta una postal, un te quiero, un beso para ser felices. Me contaron de un joven habanero que no disponía de dinero para comprar un regalo, tomo el pétalo de una rosa y en ella escribió; te amare por siempre, creo que nadie recibió jamás regalo más original, sencillo y conmovedor.

En Miami, en La Habana, cada uno celebra  a su manera el día del amor y la amistad. El que dispone de mucho dinero, lo gasta en regalos caros, el que no lo tiene, inventa y crea; un te quiero sincero, al oído, sellado con un beso, vale mas que un brillante, entregado por cumplir u ostentar.

Mañana será un día que los enamorados habaneros, andarán su ciudad, se sentaran en el muro del Malecón, soñaran, se amaran. Muchos no tendrán regalos materiales para dar, no les importara, olvidaran por una noche escaseces y restricciones; la magia del amor, les regalara una noche feliz, la ciudad se desbordara en explosiones de amor, nadie escapara a su hechizo, sobraran estrellas, besos y te quieros para regalar. Aquí, en Miami, muchos irán a centros nocturnos, intercambiaran regalos, besos y te quieros. El amor, habita en todos los rincones y espacios, no exige sitios lujosos ni regalos caros, es el mismo en el banco de un parque en la Habana vieja que en el hotel mas lujoso de Miami Beach, cuando es verdadero.

Mientras escribo, recibo propuestas para mañana, algunas incluyen comenzar a celebrarlo desde ahora, no entienden que no puedo, cuando comienzo un escrito, nada logra apartarme de él y si escribo al amor, mucho menos. He recibido muchos regalos en diferentes 14 de febreros, de todos tipos, los cambiaria todos, por un pétalo de rosa con un, te querré siempre escrito!

Mejilla con Mejilla.

Ver una película de una artista que admiramos, amamos, es siempre una fiesta de los sentidos. Acabo de ver, emocionado y feliz, Mejilla con mejilla, de nuestra Rosita. Para mí, esta película tiene un encanto especial, una magia única.

En mi primera visita a Rosita Fornes, en el cuarto de  un hospital en la Habana, recién operada, conversamos sobre la película inconclusa. Me hablo del guión, de los diálogos, donde tenía que memorizar largos parlamentos. Tuve la suerte de coincidir con las productoras de la película. De la mano de Rosita, guiado por sus palabras, vi la película, fui parte de ella. Junto a mi, mi madre, me acompañaba, en esa aventura única, de adentrarme en una película, aún sin terminar, de ser participe del proceso de creación.

Durante la filmación, Rosita, sufrió un accidente. Las escenas finales, estaban filmadas, pero faltaba una escena muy importante. Hasta se pensó en la posibilidad de sustituir a Rosita, por otra artista que, de espaldas, pudiera doblarla, desecharon la idea; sin el rostro de Rosa, en esa escena, la película perdería fuerza, sentido y magia.

He contado esta visita a Rosita en otro escrito, como se fue transformando ante nosotros y de una señora recién operada, algo triste, se fue levantando sobre si misma, despojándose de años y dolores; rejuveneciendo a ojos vistas. La presencia de las productoras de la película, movió la conversación en ese sentido. Me contaron la escena donde canta, Es mi hombre, como el director, ponía la música y la quitaba, una y otra vez, tratando de motivarla, hasta que Rosita, poseída del espíritu de si misma, se levanto e hizo el número. Me contaron del asombro de todos, se quedaron semiparalizados admirándola. Así disfrute yo, de la película, en éxtasis!

Las productoras, me hablaban de los largos parlamentos de Rosita, tenia que memorizar mucho; el escritor, no tuvo en cuenta su edad, me decían. Estoy seguro que no tuvo en cuenta la edad de  Rosita, ninguno de nosotros la tiene en cuenta nunca, siempre le exigimos mas y nos negamos a su retiro, solo tuvo en cuenta su talento, su histrionismo y no se equivoco. Rosita, se reinventa y recrea a si misma en cada actuación, en cada salida a escena.

Casi al final de mi visita, una Rosita, sin edad, ni final, se volteo a las productoras de la película; tienen que ir por la casa y ver la posibilidad de montar el set allí, quiero terminar esa escena cuanto antes! Decía con toda la fuerza, energía y vitalidad de quien se sabe dueña y no esclava del tiempo. Aún no terminaba de recuperarse de la operación y ya tenia proyectos, ilusiones, sueños.

En noviembre pasado, volví a visitarla, nos recibió en su casa, hablamos de un montón de cosas, recuerdos y amigos se hicieron presentes en nuestra conversación. Prometió traernos una copia de la película; para que vean lo que hice a estas alturas de mi vida, dijo entre risas.

No les miento al decirles, que al disfrutar de la película, me parecía haberla visto ya. En mis encuentros con Rosita, la fui editando en mi mente, entre luces y rosas, había actuado antes para mí.

Yo, como ustedes, se que la ultima entrega artística de Rosita, aun esta por realizarse. Flor de matices y eternidades, volverá a escena, al conjuro de su arte y nuestros aplausos.

Cubanglish!

Existe el spanglish, no hay dudas, pero también existe una mezcla rara y única, un nuevo idioma; el cubanglish. Muchos de los cubanos nos resistimos a aprender del todo el ingles. Somos inteligentes, capaces, emprendedores, pero por allá, en algún rincón perdido del cerebro, tenemos alguna neurona majadera, demasiado cubana tal vez, que se niega a americanizarse del todo. Nos quedamos equidistantes del español, el ingles y el cubano en un coctel o arroz con mango sui generis. Conozco muchos que han hecho fortuna y no saben decir ni una sola palabra en ingles. Recién llegado, invitado a almorzar en una casa, el dueño, respondió el teléfono, me lo paso, mira a ver que dicen, no entiendo nada; era la empleada del Walgreens, anunciándole que su receta estaba lista y podía recoger sus medicinas. Este hombre, que llego, triunfo, hizo fortuna y ha viajado medio mundo, seguía sin entender nada del ingles, su neurona majadera, hacia de las suyas, lo dominaba a su antojo.

En este resistirnos a aprender del todo o al menos entender el ingles, hacemos aportes, inventamos palabras, cubanizamos el idioma ingles, como un día hicimos con el castellano. No es solo mezclar palabras del ingles con el español; cambiamos pronunciación y ortografía, como siempre, terminamos haciendo lo que nos da la gana.

En mis primeros días en Miami, mi hermana me dice, hoy vamos a  un “pari”,  a donde, pregunte, a una fiesta. De nada me valían mis años estudiando ingles británico  en Cuba, entre el party y el pari, se interponían Hialeah y esa neurona majadera y cubanísima. Lo mismo me paso con la palabra “kora”, cuando pregunte que era, me miraron como si fuera un analfaburro; una moneda de 25 centavos, me soltaron a la cara, ah, un quarter, no te hagas el fino, aquí todos dicen así, kora.

Hace días, en el trabajo, escuche; acere, long time sin verte, después, mientras conversábamos, uno dijo; ayer un amigo parqueo en la parte de los visitores, animal, le dije, visitantes, si lo vas a decir en ingles, al menos dilo bien.

Y que me dicen del llámame para atrás, como si de repente, todos quisiéramos reunirnos en el fondo de  la casa! No hablamos ingles y acabamos con el español, en un cubanglish que hiere los oídos. Al segundo día de estar en Miami, unos amigos, me invitaron a almorzar en La Carreta, le dije a la camarera que el bistec (siempre que llegamos, los primeros días devoramos bistecs por toneladas), no había estado muy bueno, su respuesta fue; me lo hubieras dicho, lo hubiera llevado para atrás, con toda la ironía del mundo le dije; ¿la comida mala, la ponen toda en la parte de atrás del restaurante? No, quiero decir que lo hubieras devuelto. Complicamos el español, queriendo americanizarlo y terminamos diciendo disparates.

Así inventamos palabras, printear por imprimir, expresiones, frases, estoy workeando, mezcla de i’m working con estoy trabajando, nos la comimos con esta ultima, cubanglish del bueno! Texteamos, escaneamos, españolizamos, cubanizamos los verbos en ingles, con un desparpajo que escandalizaría a Shakespeare y a Cervantes. Si alguien es tacaño, le decimos; no seas chipi. Créanme que a veces terminamos afirmando que esas palabras del cubanglish existen. Una amiga, nacida aquí, se sorprendió cuando le dije que printear no existía en español, que era un invento nuestro.

El cubanglish, no nació en Miami, aquí se enriqueció y perfecciono, viene desde Cuba. Recuerdo una vez, un cumpleaños, a la hora de soplar las velitas, todos empezaron a cantar, happy baby to yu, happy baby to yu, en una nueva versión, felices y seguros que presumían de cubanos- americanos, eran unos bárbaros!

Me cuenta un amigo que una vez le preguntaron en uno de esos bares, donde todo puede suceder, are you horny? Su respuesta  fue, no, i’m from Cuba. Quise dejar para el final el viva porru, no se crean que es una consigna y que Porru es el presidente de algún país amigo. Viva porru, es la versión en cubanglish del   VapoRub, fabricado por Vicks. No hay quien nos pueda corregir, hace años, decidimos que el detergente, se llamaba Fab, la avena,  quaker y las tortas de cumpleaños,  cakes.

No se si toda la culpa es de esa neurona majadera y cubana o que tal vez, como dijo una cantante, nos creemos que estamos de visita. Mantener nuestro idioma o incorporar el ingles, al nuestro nos reafirma esa condición, no corta del todo el cordón umbilical a nuestra islita. Seguimos hablando  y pensando en cubano, mas allá de años de inmigrantes, fortunas y carreras. Los cubanos, somos así, no hay quien  nos cambie, no hablaremos un ingles perfecto, pero en el Cubanglish, somos, la candela!

¡Cumpleaños¡

¡Cumplir años! Para muchos, un día que prefieren obviar, ni recordar. El almanaque les recuerda que los años pasan, para ellos, la vida es como una flor, perdiendo pétalos, se angustian por cada pétalo perdido, dejan de disfrutar el olor y aroma de los que les quedan.

Tengo un amigo que cada vez que nos vemos me regala halagos y piropos, siempre me dice; estar a tu lado, es un privilegio, termina sonrojándome. Ambos compartimos un amor ilimitado por una flor, una Rosita, que vale un ramo. Mi amigo, cumpleaños hoy, lo llame para felicitarlo, estaba feliz, radiante. El, como yo, se burla del almanaque, se niega a envejecer. Recibe los años con una sonrisa gigantesca, los esquiva con la capa de la alegría y el optimismo. Torero de penas y angustias, sabe como desafiarlas, vencerlas.

Soy de los que les gusta celebrar cumpleaños con ganas y sonrisas, el mío, el de mi madre y el de amigos. Cada nuevo año, me alegra, miro y repaso lo vivido, me propongo nuevas metas, nuevos sueños son la mejor crema anti-envejecimiento conocida; elimina arrugas del rostro y del alma.

Hace años, una amiga, cumplía años, sufría una crisis depresiva, se sentía vieja, al final del camino. Fui a su casa, con un regalo y una postal, “Las obras de arte, aumentan su valor con el tiempo, los buenos vinos, mejoran con el tiempo, las estrellas, llevan millones de años en el cielo y siguen brillando, burlándose de años ¿y tu preocupada por unos pocos  años? Mi amiga río, saco una botella de vino, brindamos por la vida, por los años que nos traen experiencia y madurez. De los años, lo malo es no cumplirlos o cumplirlos con angustia y tristeza.

El próximo año, haré un viaje especial a La Habana, en febrero, mami cumplirá 85 años. Un día le dije, ¡Tenemos que ir pensando en la fiesta cuando cumplas 100! Me respondió con una sonrisa que la ilumino, que borro años, distancias y penas, que me convirtió de nuevo en niño, nos abrazamos riendo, seguros que el amor, hace milagros.

Cumplir años, es sin dudas una fiesta de la vida, de la alegría y los sueños. Cada cumpleaños, nos convertimos en la Ceiba legendaria y los amigos, los amores y los sueños, dan vueltas alrededor nuestro, nos conceden deseos. La vida es, una fiesta sin final, no importa si un día hay que soplar entre varios, para lograr apagar las velas, cada una, nos aporto algo, nos enriqueció.

Febrero y marzo, me traen un montón de cumpleaños; de mi madre, hermanas, amigos y también el mío. Desde La Habana y Miami, se cruzan besos y te quieros, fiestas sin final, abrazos. Sin dudas, cumplir años, nos da un brillo especial en la sonrisa, con la certeza que llegamos y seguimos, entre flores, sonrisas y luchas, en la batalla diaria de la vida.