Piropos para mamá. 


Decirle a mi madre frases bonitas, halagarla, estimularla, es una vieja costumbre que tengo. Tal vez el primer piropo fue ¡Mami que linda! Al verla arreglada para alguna salida o un, te quiero, cuando aprendí a expresar con palabras lo que antes hacía con abrazos y besos.

Ella disfruta mis te quieros, mis piropos, se deleita en ellos. Una vez, en una de mis visitas, me dijo que sentirse querida asi, era tener la gloria en la vida.

Las palabras de amor se unen y son como un puente, vencedor de distancias y años.

Me gusta deslumbrarla, decirle algo que le arranque una risa, que la haga feliz, aún en el momento mas dificil. El amor, expresado en palabras tiene poderes mágicos, puede aliviar los dolores mas fuertes, esos que se resisten y muerden con fuerza. Una frase de amor puede vencer la desmemoria temporal, arrancarsela al olvido de golpe y traerla de nuevo al mundo de recuerdos y esperanzas.

El viernes pasado, aproveché unos minutos libres en el trabajo para llamarla y ver como seguía, como siempre, le dije algunos piropos, reina de mi corazon, luz de mis amaneceres, la rosa mas bella del jardín  de mi vida y otros más. Cuando terminé,   unas compañeras de trabajo  me dijeron; estamos celosas, nunca nadie nos ha dicho esas palabras hermosas, nos sorprendió escucharlas. Me reí y les dije que no sabía que me estaban escuchando. Esas palabras o piropos, mas que frases lindas, son medicinas para el alma, ella es feliz escuchándolas, le curan dolores, penas y desmemorias, le atan a la vida.

Nunca ensayo los piropos para mamá,  solo escucho su voz y a su influjo el amor hace el milagro. Cómo no decirle que es la reina de mi corazon y la luz de mi vida, si ella sola se basta para deshacer penas y angustias y convocar alegrias y esperanzas, ella lo sabe, pero disfruta que se lo repita cada día. No quiero se me quede un te quiero por decir, un dolor por evitar o una pena que vencer y aqui en mi pecho nacen nuevas frases y piropos,  capaces de atarla a la vida y la esperanza, el amor puede ser un ancla a la vida y los recuerdos.

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