Un grito de ¡Patria y vida! En un barrio habanero.

Un barrio habanero, uno de esos barrios donde no llegan turistas, ni discursos. Temprano en la mañana Cary cuela su café, ella lo llama el café de la amistad, un amigo de hace más de 50 años se las arregla para enviarle, cada vez que puede, un paquete de café Bustelo, siempre le dice que es un café especial, con poderes; el aroma invade la humilde casita, el barrio, casi conquista la ciudad que despierta a un aroma que casi había olvidado. Alguien toca a la puerta.

– Cary abre, soy yo Reglita, abre por tu madre que entre las noticias y este olor a café estoy como que a punto de gritar.

– Entra mujer, vamos para la cocina a tomarnos el café, recién colé y este es del bueno.

Reglita y Cary disfrutan el café casi en extasis.

– Ave María purisima, esto si es café y no la mezcla esa de mierda que nos dan en la bodega, esto levanta a un muerto.

– Eres tremenda Regla, oye y ¿Qué son esas noticias que te alborotan?

– Esta niña tú estas en el pueblo y no ves las casas, tú no te enteras de na’.

– Sabes que no veo la televisión cubana, ya me aburrí de discursos y mentiras, una se harta de que se crean que somos idiotas. Para no disgustarme, no veo nunca el noticiero, ni mesas redondas ni nada que se le parezca.

– Niña ahora quieren. Que criemos peces en las casas , te imaginas en cada casa cubana unos tanques enormes con chernas, pargos o tilapias.

– Alabao, eso no se le ocurre ni al que asó la manteca, ven vamos para la sala que tengo que sentarme antes que me de un soponcio.

– Mi santa ¿te imaginas en todas las cuarterias de la Habana vieja un tanque con pescados? Derrumbe total con inundaciones incluidas.

– ¿Qué inundaciones, que tanques de agua? Si en esta ciudad el agua viene cada 4 o 7 días y apenas alcanza para lavar, bañarse y cocinar, de donde coño vamos a sacar agua para criar peces. Esta gente se mueve en círculos, repiten estupideces una tras otra, ¿te acuerdas cuando repartieron pollitos para que los criaramos y al final todos se morían?

– Ellos comiendo bien y nosotras criando pollitos, pescados, persiguiendo avestruces y jutías, ¡Hasta cuando Caridad del Cobre, hasta cuando!

– Es una falta de respeto, que manera de comer mierda y burlarse del pueblo y despues sale uno y habla de independencia o soberanía alimentaria y pide respuestas; caballero si ellos son los culpables de todo este desastre, si ni azúcar tenemos ya, han arruinado el país y no tienen bolas para admitirlo y dar paso a soluciones verdaderas.

– Ay Cary, que nos hemos puesto viejas oyendo promesas y consignas y esto cada vez está peor, que los jóvenes andan locos buscando un patrocinador pa’ irse de esta mierda y duele ver un pueblo en estampida.

Tocan a la puerta, Cary dice:

– Entra, está abierta.

Es Cunda la presidente del comité

-Estoy con dolor de cabeza desde ayer por falta de café, pasaba y sentí ese olorcito y me dije, Cary no le va a negar un buchito de café a esta negra.

Cary va a la cocina y regresa con un termo y una taza.

– Toma mujer , disfrutalo que es del bueno, de la Yuma.

– Esto es la gloria, la vida misma.

Reglita mira sonriendo a Cunda y le pregunta.

– Ven acá mi santa, ¿ya tu tienes tu tanque para criar los pescados esos que dicen?

– No andes en esa gaveta que tiene cucarachas, que tanque, si no tengo tanque ni para guardar el agua que viene cada 5 días y si me dan un pescado de esos que tú dices, me lo como aunque sea hervido, que tengo una lejanía de caldero que hasta creo que tengo anemia.

Cary, sonriente y asombrada le dice a Cunda:

– Cunda tú, la trabajadora de avanzada, la comecandela hablando así, ¡yo me quedo boba!

– Lo reconozco, yo me creí todas las promesas, trabajé muy duro para hacerlas realidad, yo fui de Patria o Muerte y me dieron la muerte en vida como única opción; estoy cansá, aburría de tanto engaño, de tanto desprecio al pueblo, de tanta burla, ¡cojones! que somos seres humanos y no un rebaño de vacas esperando le tiren un mazo de hierba.

Cunda llora, un llanto de esos que salen del alma, de frustraciones acumuladas, de sueños rotos.

Cary va a la cocina.y le trae un vaso de agua.

– Toma mujer, cálmate, sé que es duro, durisimo, pero no podemos tiranos a morir, hay que seguir mi santa, esto tiene que resolverse de alguna manera, es más de lo que podemos soportar.

Cunda toma el agua y se seca las lágrimas mira a sus vecinos de toda una vida, se lleva las manos al pecho y grita

– ¡Patria y Vida coño! Patria y vida pa’ tos nosotros.

Cunda, Reglita y Cary se abrazan llorando de emoción, Patria y vida repitan una y otra vez.

Desde el termo, aún caliente el café sonríe , se sabe hacedor de milagros, despertares y esperanzas.

Fotografía tomada de Google o tal vez de alguna página de Facebook.