La vieja y la cafetera.

Se acostumbro a colar café temprano en la mañana, cuando llegaba una visita, a cualquier hora del día. Siempre encontraba un pretexto para colar café; un café delicioso, exquisito, casi mágico. Todos tomaban su café y el día les cambiaba, les daba ánimos. Su forma especial de hacerlo, las proporciones que utilizaba, algún hechizo secreto, hacían a su café, especial, casi como una droga; se olvidaban penas, angustias. Su café, poco a poco, se fue haciendo necesario.

Un día, después de colar, quiso fregar la cafetera, dejarla descansar en la cocina, esperando por la  próxima colada, algo extraño sucedió; no pudo separarla de sus manos nunca más. Solo podía separarse de ella, en el momento exacto de colar café, después volvían a unirse, la cafetera y sus manos, en un todo indivisible e inexplicable.

Pasaron los años, muchos años, la vieja de la cafetera que coló café para hijos y nietos, seguía haciéndolo. Ahora, colaba café para los hijos de sus nietos y los hijos de los nietos de sus nietos. Su café, especial y mágico, ayudaba a la familia y a todo el pueblo, a seguir unidos, a vencer dificultades y obstáculos. Vieja, descansa, cuando cueles, no vuelvas a tocar la cafetera, le decían vecinos y familiares, debe ser incomodo, tantos años, con esa cafetera entre las manos. No puedo, decía en un susurro, mientras preparaba la próxima colada.

La vieja del café especial, se convirtió en leyenda. Su café, probado por generaciones, era parte de la historia del pueblo. Un día, una muchacha del pueblo, le contó a  un periodista extranjero; mi abuela, antes de morir, me dijo: no dejes de tomar el café de la vieja, ayuda a mantener viva la esperanza!

Pasaron los años, los primeros en tomar el café de la vieja, hacia tiempo habían muerto, otros tomaban ahora su café. La vieja y su cafetera inseparable, fueron propuestas como monumento nacional. Que vieja, que cafetera, que café especial? Dijeron en las altas esferas del gobierno. Cuentos de camino, esa vieja hace muchos años murió, más de 50. Que no se hable mas de la vieja y su maldito café, se escucho una voz tronante y poderosa desde el lugar más alto de la casa de gobierno. La vieja, desconociendo su muerte decretada, seguía colando su café y abrazando la cafetera entre sus manos, mientras esperaba la próxima colada.

Un día, el cielo amaneció diferente, un azul intenso, especial, iluminado por un sol de fuego, despertó a todos temprano. Vamos, tenemos que votar, se decían unos a otros, le avisamos a la vieja? Preguntaron los vecinos, claro, no podrá votar por seguir unida a su cafetera, pero hay que avisarle, tiene derecho a saberlo. La vieja, llego con la cafetera entre sus manos, al colegio electoral. No podrás votar con esa cafetera en las manos, le dijeron los miembros de la junta electoral, no se inmuto; acompáñeme con la boleta hasta la cabina y déjenme sola. Cuando estuvo a solas en la cabina, dejo a un lado la cafetera y entre los  cuatro candidatos eligio al que sabía que seria el mejor, no había vivido tanto tiempo por gusto. Una cruz enorme, color café, aseguraba su elección. Cogió su cafetera, salio, llego a su casa, dejo la cafetera en la cocina, se sentó en el sillón inmenso de la sala, cerro los ojos, descanso de una vez y para siempre, ahora que ya no la necesitaban para mantener viva la esperanza!

Fotografia de Yohandry Leyva.

28 thoughts on “La vieja y la cafetera.

  1. bella historia como siempre me encanto ,muy bella y pude sentir hasta el aroma del cafe y me transporte a mi barrio cuando acababa de llover y me sentaba en el portal con amigos a conversar o ellos a descargar con una guitarra vieja que sobana precioso ,es los recuerdos q me trae esta historia tuya ,y mi abuela enseguida iba a la cocina y nos hacia cafe a todos ,para q tuvieramos el animo ,y luego se sentaba con nosotros a hacer chistes o escuchar las canciones ,acompanados de un sabor especial en los labios de un rico cafe de abuela ,rodeado de amor ,esos tiempos que ya no volveran seguidos a mi vida como yo quisiera tanto ,Gracias Jose por tu sensibilidad y amistad ,dios nos bendiga

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  2. Me quito el sombrero frente a esta nota, te botaste mi hermano. Es lo mejor que he leído de tu inspiraciòn, otras nota me han tocado, con algunas me he divertido, pero esta es simplemente espectacular, te envio un abrazo y felicidades por tan excelente, intemporal escrito.

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  3. Muy buen articulo Jose, gracias por la primicia. O es un Deja Vu?
    De igual manera felcidades por el primer año de este fantastico blog.

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  4. Hermano, nada mejor que para festejar tu primer añito. La esperanza siempre estara viva, siempre tendremos la esperanza de que al amanecer y revisar nuestro correo hay algo como esto para recordar, para reir, para llorar, o siemplemente para satisfacer nuestra habilidad de leer por muchos ya perdida y ganada gracias a ti.
    Feliz Cumpleanos, y please que la Esperanza nunca muera.

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  5. Muchos comentarios lindos,demasiado sentimiento que hace dificil el terminar de leerlo,triste pero real,que mas te puedo decir?

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  6. Habanero: qué escrito más bello. La vieja es la madre hospitalaria y generosa que siempre nos abre la puerta de su casa, la madre universal que se aferra a la cafetera como a un hijo que no quiere perder.
    Me gustó mucho tu escrito sobre Abril. ¡Fíjate, que coincidencia! Por casualidades del destino y por tener que almorzar a la misma hora, nos conocimos este 9 de abril en el aeropuerto de Miami. Compartimos vivencias de dos pueblos que sufren bajo el mismo yugo, pero un día cantaremos juntos !Abajo Cadenas!!!!

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  7. Bello relato , bello cuento que mas que ambas cosas son una historia, una historia que permanece presente en nuestras esperanzas. Dios permita que esa esperanza no se diluya, como muchas vidas, en un agua sin azúcar.

    Gracias, Habanero 2000, por regalarnos tan bella prosa, al igual que la bella foto que constituyen un canto a la vida.

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