Elena regresa a su casa despues de almorzar con amigos. Va directo al botiquin, se toma un meprobamato, la pastilla de la presión, se sienta en el butacon de la sala y llama a su amiga Cuca.
-¿Como estas Cuca, tienes unos minuticos para conversar?
-Claro que si Nena, no me asustes,¿Qué te pasa que te falta el aire y te noto nerviosa?
-Tranquila Cuca, que ya me tome un meprobamato y la pastilla de la presión . Hoy fui a almorzar con mis amigas Tina, Gina y Maria Elena.
-¿Te sientes mal?¿Estaba mala la comida? Tómate una manzanilla Nena, eso te alivia.
-No es eso Cuca, déjame hablar. Fuimos a un restaurante en Hialeah, yo no quería, pero Gina se encaprichó. La comida estaba buena, pero la camarera me atormentó, por poco le tiro un plato por la cabeza.
-Seguro era una balsera chusma que te faltó el respeto . Dime el nombre del restaurante que le voy a hacer un comentario en su página de Facebook, para que aprendan a respetar a las personas decentes.
-No Cuca, la muchacha no fue grosera en el sentido que tú dices. Sabes, yo creo que ella estaba acabadita de llegar y en Cuba trabajaba en un circulo infantil.
-¿Cómo sabes o te imaginas que en Cuba trabajaba en un circulo infantil Nena? Ahora te metiste a espiritista despues de vieja.
-Vieja serás tú, no empieces a mortificarme y a decirme que si me dieron pase en el home que me va a dar una sirimba y concéntrate en lo que estamos hablando. La camarera, todo el tiempo nos hablaba como si fuéramos niños; mi vida, mi cielito, mis amores, aquí tienes la sopita, se comieron toda la papita, dejaste comidita, les voy a tener que dar nalgadas, estaba buena la comidita. Coño Cuca que en cualquier Paladar de La Habana hay mejor trato y mejor educación que en los restaurantes de Miami. Yo dejé comida, tú sabes que me cuido para seguir joven y esbelta.
-Esbelta si, pero joven Nena, ¡Hasta cuando van a ser pollos los gallos de Menocal!
-No me mortifiques que despues me da un stroke y te va a quedar cargo de conciencia y dejame terminarte el cuento. ¿Sabes qué me dijo? Que tenía que comerme toda la papita, que no podía dejar comida, Tina me tapó la boca con la servilleta antes de que le pudiera decir un disparate a la muchacha.
-Acostúmbrate Nena, esa es la nueva moda en Miami, Pancho me contaba que el otro dia fue a un bakery a desayunar y la dependienta le dijo; papi ¿Qué quieres? La fulminó con la mirada y le pidió su cafe con leche y su medianoche, si mi cielo, enseguida te traigo tu lechita y tu medianoche. Tú conoces a Pancho, le dijo, yo no soy su papi, ni su cielo, ni vengo a tomar lechita, yo soy un cliente, trateme con respeto; ay papi no te pongas bravito, lo mío es por cariño, para que te sientas bien. Pancho se fue sin desayunar.
-¿Quién dijo que eso es buen trato, quién dijo que los diminutivos son alardes de buena educación? Eso es exceso de confianza y falta de respeto, cuando uno va a un lugar a recibir un servicio, no es el cielo, ni el amor de nadie, ni la mami o el papi de cualquiera. ¿Donde estan, qué desean los señores, desean algo mas, todo estuvo bien? Cielito, amorcito, papita rica y comanselo todito que se lo diga a sus hijos en su casa, no a los clientes.
-Asi mismo es Nena, que aquí ponen a cualquiera a dar un servicio, sin tener el mas mínimo conocimiento de reglas y buen trato. Como diría aquel personaje de Alegrías de sobremesa, ¡Qué gente caballero, pero que gente!
-Qué gentuza Cuca, qué gentuza, que estamos rodeados y no es de agua.
La historia esta basada en un hecho real, yo sólo la adorné para contarla.