Ansioliticos en La Habana!

Hace un par de días, mientras almorzaba, un amigo, me comento sobre el consumo de tabletas para los nervios en La Habana, en Cuba, en general. Mientras me hablaba, pensaba en  un nuevo escrito y valore títulos. Mire a mis amigos, les dije; ansiolíticos en La Habana!

Ahora, que vivimos en países, donde el consumo de algunos ansiolíticos, es penado por la ley. Ahora que enfrentamos stress y nervios “disparados”, con medicina natural y cocimientos, recuerdo el consumo de ansiolíticos en Cuba. Tomarse un diazepam o meprobamato, llego a ser, casi tan común, como tomar café.

No se en que momento exacto, el diazepam, el clorodiazepoxido y el meprobamato se convirtieron en parte de nuestras vidas. Medicamentos controlados, escaparon al control. Los tomábamos y repartíamos sin escatimar. Si alguien decía; hoy estoy alterado o tengo el día malo, una mano amiga, buscaba en la cartera o en el bolsillo y decía, aquí tienes, tómatelo.

Cuando leo noticias de hijas de figuras públicas procesadas por tenencia ilegal de psicofármacos, enviadas a clínicas de rehabilitación, no puedo evitar sonreírme. Allá en La Habana, muchos guardan en el bolsillo, un paquetito de diazepam. Siempre dispuestos a tomarlo, si tienen “el día malo” o compartirlo con quien lo necesite.

Los cubanos, que nos la sabemos todas, somos siquiatras graduados. Si alguien nos dice, llevo días durmiendo mal, estoy nervioso o creo que los problemas me están agobiando, le recetamos su dosis de ansiolíticos. Allá van a buscar una receta para comprar meprobamatos o diazepam. Mientras tanto, compartimos con ellos, les damos dos o tres, para que vayan resolviendo.

En tiempos de escaseces y carencias agudizadas, hasta los ansiolíticos, tienen su lugar en el mercado negro. Puede ser que la farmacia del barrio, no tenga, pero siempre encontramos a alguien que lo vende. Quien se lo iba a decir al diazepam, al meprobamato, que iban a competir con jeans, pull-overs, carne de res  y huevos por un primer lugar en el mercado negro.

Siempre digo que para nosotros, los cubanos, el mejor ansiolítico conocido y por conocer, es el amor. Cuando las dificultades agobian y las ansiedades ahogan, apostamos por el amor, como solución. No hay rincón de nuestra ciudad que no conozco de explosiones de amor. Cines, parques, esquinas, derrumbes, jardines. Aunque guardemos en el bolsillo, meprobamatos y clorodiazepoxidos, siempre elegimos la opción verde, hacer el amor. Así curamos ansiedades y depresiones, liberamos energías.

Todos sabemos que la solución, no esta en los ansiolíticos, tampoco en hacer el amor, aunque ambos ayudan.  Tomarse un diazepam, alivia la angustia o ansiedad del minuto, hacer el amor, libera ansiedades y energías, pero no bastan. Un día, liberaremos stress y energías construyendo la patria “con todos  y para el bien de todos”. Seguros que, compartir entre hermanos esa tarea, encauzando nuestras energías y fuerzas, en la ansiedad necesaria de un futuro mejor, es, a fin de cuentas, la terapia necesaria que  borrara definitivamente, angustias y stress.

6 thoughts on “Ansioliticos en La Habana!

  1. Buen artículo. Es cierto, tomar ansiolíticos por si solo no ayuda en absoluto a superar el problema de angustia o ansiedad… necesario sería acompañarlo de ayuda terapéutica para cambiar también nuestro modus operandi de afrontar los problemas diarios y ese estrés que nos ahoga a la menor adversidad y con ello valorar lo que tenemos y nos rodea. Lamentablemente vivimos en lo que ya se denomina la era de la ansiedad y cada vez nuestro cuerpo y nuestro ánimo está menos preparado para afrontarla en no pocas ocasiones cuesta de la vida.

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